Guerra Rusia-Ucrania
Incertidumbre en Mariúpol y Volnovaja al suspenderse la evacuación de civiles
La evacuación de la población civil hace prever un bombardeo masivo contra ambas ciudades que ponga fin a la resistencia ucraniana
Las castigadas ciudades ucranianas de Mariúpol y Volnovaja se enfrentan a horas de incertidumbre. Después de que Rusia acordase un alto el fuego unilateral para evacuar a la población civil, las autoridades ucranianas han aplazado la de los corredores humanitarios ante el incumplimiento del alto el fuego por parte de Rusia, que ha seguido bombardeando la ciudad.
Según denunció el alcalde de Mariúpol, Serhiy Orlov: «Los rusos continúan bombardeándonos y usando artillería. Es una locura». Rusia, por su parte, acusó a la resistencia ucraniana, a la que se refiere como «batallones nacionalistas» de impedir la evacuación en ambas localidades.
«Debido a que la parte rusa no respeta la tregua y continúa el bombardeo tanto de la propia Mariúpol como de sus alrededores, por motivos de seguridad, se aplaza la evacuación de la población», escribió el Ayuntamiento en su cuenta de Telegram.
«Pedimos a todos los ciudadanos de Mariúpol que se marchen (de los puntos de concentración y recogida) y vayan los refugios», añadió.
Mariúpol, de casi medio millón de habitantes, es un importante puerto a orillas del Mar de Azov que Rusia quiere conquistar para cerrar a Ucrania el acceso a este mar y unir por tierra la península de Crimea con el Donbás.
Volnovaja, pequeña localidad de poco más de 20.000 habitantes, está situada en el Donbás, se encuentra en la «línea de contacto» entre las tropas ucranianas y los independentistas prorrusos de Dontesk.
El ministerio de Defensa ruso anunció en la mañana de este sábado que «la parte rusa declara un régimen de alto el fuego y la apertura de corredores humanitarios para la evacuación de civiles de Mariúpol y Volnovakha», informó AFP con fuentes rusas.
El asedio ruso a Mariúpol se está convirtiendo en uno de los hitos de la resistencia ucraniana en esta guerra. Las tropas rusas rodean la ciudad desde hace días y cortaron los suministros de luz, gas y agua. El alcalde de la localidad, Vadim Boychenko, advirtió de que la ciudad se encontraba en bloqueo y bajo ataques «implacables» y avisó de una catástrofe humanitaria.
La defensa de Mariúpol corre a cargo de cuatro unidades de élite ucranianas: la Guardia Nacional, la Guardia Fronteriza, la Infantería de Marina y el batallón de voluntarios Azov.
La gran batalla por Mariúpol se prevé se produzca en las próximas horas, cuando finalice la evacuación de los civiles. La decisión unilateral del Kremlin de abrir los corredores humanitarios hace prever que Rusia realizará un bombardeo masivo para doblegar a la resistencia ucraniana y conquistar la ciudad lo antes posibles.
Para los estrategas del Kremlin, la conquista de Mariúpol podría cambiar el signo de la guerra y marcar el inicio del desmoronamiento de las defensas ucranianas. Rusia podría intentar así poner fin a una guerra que se pretendía fuera rápida y limpia y que se está alargando demasiado.
Las fuerzas de ocupación rusas han mostrado muchos problemas desde el inicio para avanzar y consolidar sus conquistas. Los problemas logísticos del ejército ruso (como las dificultades para transportar combustible o proporcionar alimentos a las tropas), la inesperada resistencia ucraniana y la falta de apoyo popular frustraron los planes iniciales del Kremlin.
Ante el bloqueo en el frente norte, donde la columna militar de más de 60 kilómetros de largo que debía sitiar Kiev se ha frenado a 30 kilómetros de la capital desde hace días, el ejército ruso se centra en el frente sur para conquistar todas las cosas del Mar de Azov y del Mar Negro. Además de la ofensiva sobre Mariúpol, se espera en las próximas horas una ofensiva contra Odesa, el otro gran puerto ucraniano en el Mar Negro.