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Activistas ondean la bandera del Sahara frente a un puesto militar marroquíAFP

Quién apoya a quién en el laberinto saharaui

El referéndum de autodeterminación para el Sáhara Occidental parece cada vez más lejano después de que España renunciara a su postura tradicional y se alineara con las tesis marroquíes

La reciente cesión de España ante Marruecos al reconocer el plan de autonomía de Rabat para el Sáhara Occidental bajo soberanía marroquí como la solución más «seria, realista y creíble» para poner fin al conflicto ha sorprendido a muchos y decepcionado a más.

España ponía fin al consenso nacional en defensa del plan de la ONU para celebrar un referéndum de autodeterminación para la antigua provincia española, que Marruecos ocupó en 1975 tras la Marcha Verde.

¿Cuál es la posición de los principales actores involucrados en la disputa territorial?

ONU

La Resolución 690 del Consejo de Seguridad de la ONU de 29 de abril de 1991 establece un plan para solucionar el conflicto en el que se fija un período de transición previo a la celebración de un referéndum de autodeterminación para la exprovincia española. En dicho referéndum los saharauis deberían decidir entre integrarse en el Reino de Marruecos o la independencia.

Sin embargo, el referéndum nunca se ha producido. Diferencias acerca del censo, que Marruecos ha tratado de manipular al negar a los refugiados saharauis en Argelia el derecho a voto y al promover la emigración de marroquíes al Sáhara, han frustrado la organización.

Marruecos, que defiende su propio plan para el territorio saharaui con una propuesta de autonomía, no tiene voluntad política de que el plan sea realidad.

Las Naciones Unidas, además, reconoce a España como potencia administradora de iure del territorio al considerar que el Acuerdo de Madrid del 14 de noviembre de 1975 sobre el Sáhara Occidental no transfirió la soberanía sobre el territorio.

La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU estuvo precedida por la sentencia del 16 de octubre de 1975 del Tribunal Internacional de Justicia de La Haya donde se dictamina que en el momento en que España se instala en el Sáhara Occidental, en 1884, el territorio era un territorio sin dueño. Por lo tanto, Marruecos no tiene derecho a la soberanía del Sáhara Occidental.

Argelia

Con la postura de la ONU en defensa del referéndum de autodeterminación se alinea Argelia, principal valedor de las pretensiones independentistas saharauis y rival de Marruecos y grandes potencias como China.

Argelia reconoce la legitimidad y soberanía de la República Democrática Árabe del Sáhara y ha proporcionado ayuda y cobertura militar al Frente Polisario. En la localidad argelina de Tinduf se han instalado desde hace 45 años más de 170.000 refugiados saharauis, según ACNUR.

La decisión de España de alinearse con la posición marroquí ha supuesto la ruptura de las relaciones diplomáticas entre España y Argelia con la retirada del embajador argelino en Madrid.

Tras conocerse la decisión española, el ministerio de Exteriores argelino difundió una nota en la que se reconoce «muy sorprendido por este repentino cambio de posición del antiguo poder administrador del Sáhara Occidental».

Marruecos

Marruecos dio por muerto y enterrado en 2007 el plan de la ONU para el Sáhara Occidental. Descartado el referéndum de autodeterminación, el reino alauí presentó un plan alternativo para el territorio que Rabat denomina «provincias del sur».

El plan marroquí consiste en una amplia autonomía bajo soberanía marroquí, un plan que Marruecos defiende como «el más serio, realista y creíble». Marruecos esgrime razones históricas, geográficas y culturales para negar el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui y su marroquinidad.

Sin embargo, las razones de Marruecos para obcecarse con este amplio territorio de una extensión que casi iguala a la totalidad del territorio marroquí es económico y estratégico. Controlar el Sáhara Occidental permite a Marruecos controlar los rentables caladeros de pesca de sus costas, en los que la Unión Europea tiene grandes intereses para garantizar su seguridad alimentaria, además de minas de fosfato y reservas de petróleo en sus aguas que, para rizar el rizo, se disputa con España al encontrarse en las aguas territoriales españolas en las islas Canarias.

Estados Unidos

Apenas seis semanas antes de dejar la Casa Blanca, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio un vuelco a la posición diplomática estadounidense en el conflicto, hasta ahora alineada con la posición de la ONU, y reconoció la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental y su plan de autonomía.

El reconocimiento incluía una contrapartida por parte marroquí: el reino alauí establecería, a cambio, relaciones diplomáticas con Israel. Al anunciar su decisión, en Twitter, como muchas de los grandes anuncios del exmandatario, Trump empleó el mismo vocabulario para referirse al plan marroquí de autonomía: «Serio, realista y creíble».

Curiosamente, esa misma terminología fue la empleada por el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, para aceptar la autonomía propuesta por Marruecos en 2007 como solución para el Sáhara Occidental como «la base más seria, realista y creíble» para lograr una solución al conflicto.

Lejos de enmendar la decisión de Donald Trump, su sucesor, Joe Biden, asumió la nueva postura estadounidense como la mejor opción «para garantizar la paz y la seguridad en la región».

Unión Europea

Tras el acercamiento entre España y Marruecos impulsado por el cambio de opinión de Madrid respecto al Sáhara Occidental y su respaldo al plan de Rabat para el territorio, la Comisión Europea dio la bienvenida «al desarrollo positivo entre sus Estados miembro y Marruecos en su relación bilateral, que no puede ser sino beneficiosa para la implementación de un acuerdo de asociación euro-marroquí».

Al mismo tiempo, sin entrar en el fondo de la cuestión, la Comisión Europea reiteró que «toda solución debe reposar sobre compromisos en conformidad con la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas», lo que podría interpretarse como un respaldo al referéndum de autodeterminación.

Unión Africana

La Unión Africana reconoce a la República Democrática Árabe del Sáhara como miembro de la organización. Esta organización panafricana defiende la solución del referéndum de autodeterminación propugnado por las resoluciones de la ONU.

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