Bielorrusia concede asilo político a un asaltante al Capitolio en plena guerra ucraniana

Evan Neumann, de 49 años, originario de California y padre de dos niños, perseguido por la justicia estadounidense por participar en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, ha recibido asilo político en Bielorrusia.

La trayectoria de Neumann para huir de la justicia desde su país hasta la dictadura de Lukashenko, siempre dispuesto a respaldar toda causa que divida y debilite al «enemigo» occidental, es toda una peripecia digna de una novela.

Neumann, acusado el pasado 10 de diciembre de 14 cargos criminales por su participación en los incidentes que culminaron con el asalto al Capitolio de Washington por cientos de partidarios de Donald Trump, escapó a Bielorrusia en febrero de 2021.

Entre los cargos que le imputa la Oficina del Fiscal de Estados Unidos en Wahington D.C. se encuentra el de «irrumpir con violencia en un edificio o terreno restringido, desorden civil, agresión, resistencia y obstaculizar a agentes de policía».

El Departamento de Justicia de Estados Unidos difundió abundantes pruebas que sostienen las acusaciones, como vídeos de las cámaras de seguridad donde se ve a Neumann colocarse una máscara de gas mientras participaba en la construcción de barricadas junto al edificio del Capitolio.

Dispuesto a morir

Las pruebas también muestran a Neumann enfrentándose a los policías, amenazarles y acusarles de «defender a las personas que van a matar a vuestros malditos hijos, los van a violar y a encarcelar», antes de afirmar que estaba «dispuesto a morir».

El FBI también facilitó pruebas según las cuales Neumann golpeó a los policías a puñetazos y empleó una valla metálica de seguridad como ariete para abrirse paso entre el cordón policial.

Tras su huida, Neumann se instaló primero en Suiza y luego en Italia. Después se trasladó a Ucrania, donde residió cuatro meses. El pasado mes de agosto de 2021 intentó acceder a Bielorrusia de forma ilegal atravesando las marismas pantanosas de Pripyat que se extienden a lo largo de la frontera entre ambos países en las cercanías de la central nuclear de Chernóbil.

Neumann fue detenido por la guardia fronteriza bielorrusa el 15 de agosto. A continuación, pidió asilo político. Aseguró que decidió dejar Ucrania, donde inicialmente se sentía seguro, al alcanzar el convencimiento de que los servicios secretos ucranianos le estaban persiguiendo.

Según su declaración, en su huida por las marismas ucranianas debió afrontar grandes peligros y enfrentarse a jabalíes y serpientes.

Las autoridades bielorrusas en un primer momento guardaron silencio sobre el incidente. Después, reconocieron que el huido de la justicia estadounidense se encontraba en su territorio y que había pedido asilo.

La televisión oficialista de Bielorrusia presentó a Neumann como una víctima de la persecución política del gobierno de Biden contra los estadounidenses que se rebelan contra el establishment: Evan Neumann es «el mismo tipo de estadounidense sencillo cuyas tiendas fueron incendiadas por activistas de Black Lives Matter».

Bielorrusia confirmó la concesión del asilo político a Neumann y difundió un vídeo propagandístico del «agraciado» en el momento de firmar el documento de migración.

A continuación, un policía le da la mano y le dice: «Ahora estás completamente bajo la protección de la República de Bielorrusia». Neumann se gira a cámara, agita el documento que acaba de firmar y, en un ruso con acento estadounidense, pronuncia un «muchas gracias».