Scotland Yard cierra el caso de Madeleine McCann

Tras 11 años de pesquisas, teorías, y un círculo mediático internacional, el caso de Madeleine McCann será historia. La Policía Metropolitana cerrará su investigación, entre temores de que el sospechoso principal nunca será condenado, y con motivo del agotamiento de fondos policiales.

En 2011, por petición de la entonces Ministra del Interior Theresa May, Scotland Yard inició la «Operación Grange». El equipo, que incluía a 29 detectives, estaba financiado por el Ministerio de Interiores, y tenía por objetivo resolver el caso de Madeleine en paralelo con la investigación en curso de la Policía portuguesa. Entre 2013 y 2020, recibió casi 15 millones de euros en fondos públicos.

Ahora toca su fin. Una fuente comunicó al tabloide británico The Sun que «no había más planes de seguir desarrollando la investigación», y añadió que «ha llegado el final de la Operación Grange. Se espera que el equipo complete su trabajo antes del otoño». La decisión implica que las pruebas no son suficientes para condenar al principal sospechoso, Christian Brueckner, pedófilo y violador convicto investigado por Scotland Yard.

Así, el presupuesto de la investigación caducará el 31 de marzo, y los fondos policiales durarán hasta septiembre. Según un comunicado de la Policía Metropolitana, los padres de Madeleine, Kate y Gerry McCann, saben que el caso está por cerrarse, y lo más probable es que prosigan con la investigación independientemente, a través del sector privado.

Madeleine McCann desapareció el tres de mayo de 2007, en Algarve, Portugal. Mientras sus padres cenaban con amigos en un restaurante cercano, la niña británica, que dormía en el piso bajo de una residencia vacacional, desapareció sin dejar rastro. La puerta entreabierta de la habitación, y el avistamiento de ciertas figuras sospechosas en las proximidades, pusieron en alerta a las autoridades, en lo que se convirtió en un circo mediático internacional que duraría 15 años.

La Policía metropolitana tiene una teoría prometedora sobre el culpable, que implica al pedófilo alemán Christian Brueckner. Encontraron una huella digital parcial del sospechoso en la escena del crimen, en el Algarve. El hombre se enfrenta ya a cargos por la violación a una mujer irlandesa en 2009, abusos sexuales a una niña de 10 años en Portugal, y exhibicionismo, también en Portugal, delante de cuatro niños. Sin embargo, el cierre de la investigación significa que es poco probable que Brueckner sea juzgado por el secuestro de Madeleine McCann.