El hilo que une el caso de Marta del Castillo con el de Diana Quer

Al final de ¿Dónde está Marta? (2021), la magnífica serie documental de Netflix dirigida por Paula Cons, se abre una puerta a la esperanza. Sobre un plano fijo de la cocina de la casa de los padres de Marta –estancia siempre iluminada de madrugada desde el fatídico día en que la joven desapareció– se sobreimpresiona una información clave. «A iniciativa de este documental el Juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla ha entregado a un perito judicial una serie de pruebas para analizar», podemos leer. En concreto, el juez ha requerido a todas las compañías telefónicas los datos 'crudos' de los teléfonos de los implicados: Miguel Carcaño (el único condenado por la muerte de Marta del Castillo), su medio hermano Francisco Javier Delgado; la novia de éste, María García Mendaro; Samuel Benítez y 'El Cuco', amigos de Carcaño.

«Estos datos crudos servirían para poder reconstruir, con el máximo detalle, los movimientos de los implicados en la noche de la desaparición de Marta», se explica, y se añade que, hasta ahora, nada de esto se había hecho.

En este punto, hay un hilo que une este caso con el de Diana Quer, la joven madrileña asesinada por ‘El Chicle’ en agosto de 2016 en Pobra do Caramiñal (A Coruña). Se cuenta muy bien en otro documental, también dirigido por Paula Cons. Se titula ‘El caso Diana Quer. 500 días’ (2018) y lo pueden ver en este enlace en su idioma original, gallego.

La Guardia Civil sospechó de ‘El Chicle’ desde un momento muy temprano. Pero para culparlo fue clave el hallazgo en las aguas de la ría –en las inmediaciones del muelle de Taragoña– del teléfono de la joven, pues de este modo se supo que había sido lanzado desde el puente de la autovía a las tres menos dos minutos de la madrugada del 22 de agosto de 2016. Hubo que analizar dos millones de datos captados por las antenas de telefonía para descubrir quién iba en el interior de los vehículos que pasaron por ese punto a aquellas horas. José Enrique Abuín, 'El Chicle’, era uno de ellos. Pero había un detalle que separaba su camino del de Diana Quer en la noche de autos: según sus teléfonos, ella había salido del pueblo por la variante sur de la autovía y él lo había hecho por la norte.

«Nosotros esperábamos con ansiedad volver al 21 de agosto del año siguiente porque el escenario que nos íbamos a encontrar era el mismo que cuando ocurrieron los hechos de Diana». Lo cuenta –y así se recoge en el documental de Cons– Manuel Sánchez Corbí, cuando era coronel-jefe de la UCO de la Guardia Civil, en una rueda de prensa una vez esclarecido el caso.

Se trataba de recrear el verdadero escenario de aquella noche, que era fiesta en el pueblo donde Diana desapareció. Se montó una gran operación. De hecho, está considerada la mayor reconstrucción de la historia de la Guardia Civil. Los ingenieros de la UCO hicieron mediciones esa noche. Y la conclusión fue que la red de móviles estaba saturada por las fiestas y eso lo cambiaba todo. Constataron que dos usuarios podían ir juntos por esa vía pero que podía darse el caso de que sus móviles se posicionasen en distintas antenas debido a la la saturación causada por la masiva acumulación de personas. Concluyeron que ‘El Chicle' se fue del pueblo por la salida sur de la autovía, al igual que Diana. Fue la llave del caso: «Es el punto clave de la investigación. El que definitivamente le dice a la Guardia Civil: ‘Tenemos las cartas encima de la mesa y ahora vamos a ir a buscar las últimas pruebas que necesitamos para incriminar a Abuín, que es nuestro sospechoso’», cuenta Raúl Villares, periodista de la TVG, en El caso Diana Quer. 500 días.

En El Debate le preguntamos a Paula Cons si la diferencia entre un crimen –ya resuelto– y el otro –en el que no ha aparecido el cuerpo de la víctima– es que la actuación fue más diligente en el primer caso: «Ambos casos merecen reflexiones profundas. Me gustaría pensar que con el tiempo vamos aprendiendo», es su prudente respuesta.

Lo que es evidente, y su documental El caso Diana Quer. 500 días así lo prueba, es que la geolocalización de los móviles de asesino y víctima fue crucial para estrechar el cerco sobre ‘El Chicle’. Ahora los 'datos crudos' de los teléfonos de los implicados en la desaparición y muerte de Marta del Castillo podrían arrojar luz sobre el caso, y dar al fin con los restos de la asesinada. ¿Cree Cons que esos datos telefónicos pueden ser tan decisivos en este caso como en el de la madrileña? «No soy experta en telecomunicaciones, así que no sé hasta dónde nos pueden llevar estos datos, pero ojalá se consiga más información de la que hay actualmente. Esos datos ampliarían la información disponible hasta hoy día, que se limitaba a la información que daban los móviles una vez que establecían un tráfico (llamadas entrantes o salientes, mensajes) para darnos la información continua al moverse e ir ‘negociando’ la cobertura con las diferentes antenas que se encontraban en su recorrido».