¿Defendería la OTAN a los países de la Unión Europea que no pertenecen a la Alianza Atlántica?

Más de 1.300 kilómetros de frontera separan Finlandia y Rusia, 1.300 kilómetros de taiga y campos escasamente poblados que no sería muy complicado atravesar para invadir. Dados los precedentes históricos, sería más probable que fueran los rusos quienes trataran de hacerse con terrenos fineses.

Finlandia no pertenece a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, por lo que, como ocurre con Ucrania, no contaría con la protección de los 30 países de la OTAN. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha insistido una y otra vez en el último mes que los países de la Alianza Atlántica no intervendrán directamente en Ucrania, a no ser que se produzca un giro en el discurrir de la guerra.

Sin embargo, Finlandia sí que pertenece a la Unión Europea desde 1995, pero como dijo el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Políticas de Seguridad, Josep Borrell, «la Unión Europea no es una organización militar», cosa que sí es la OTAN.

De los 27 países que pertenecen a la Unión Europea, 21 están integrados en la OTAN, pero hay seis que no: Austria, Chipre, Finlandia, Irlanda, Malta y Suecia. De esos países, Finlandia es la que se encuentra en una posición geográfica más delicada.

OTAN - Unión Europea

Por suerte para estos seis países, y sobre todo para Finlandia, en la redacción del Tratado de la Unión Europea se fijaron en el Tratado de la OTAN y adoptaron el famoso estas semanas artículo 5 de la Alianza Atlántica. El Tratado de la Unión recoge en el apartado 7 del artículo 42 que «Si un Estado miembro es objeto de una agresión armada en su territorio, los demás Estados miembros le deberán ayuda y asistencia con todos los medios a su alcance, de conformidad con el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas. Ello se entiende sin perjuicio del carácter específico de la política de seguridad y defensa de determinados Estados miembros».

En línea con este artículo, el pasado lunes 21 la Unión Europea aprobaron un documento, la Brújula Estratégica, elaborado por Borrell y que ha pasado desapercibido entre tantos acuerdos en el marco de la Unión Europea relacionados con la guerra en Ucrania y con la crisis de precios que acecha Europa, pero que supone un hito en la política de seguridad de los 27 países de la Unión, la Brújula Estratégica.

Es un punto de inflexión en EuropaJosep Borrell

Dentro de este documento, se acordó la creación de un ejército de 5.000 militares de intervención rápida que se encargarían de aplicar el artículo 42 del Tratado de la Unión. «Es un punto de inflexión en Europa», dijo Josep Borrell tras aprobación de la Brújula Estratégica: «Europa se convierte en proveedor de seguridad para la política de seguridad y defensa europea. Es un mensaje potente en un momento importante. No es una respuesta a la guerra en Ucrania, pero es oportuno el momento».

La Brújula Estratégica tiene sus antecedentes. Ya el Consejo Europeo celebrado en Helsinki en 1999 estableció que «para el año 2003, cooperando entre sí de forma voluntaria, podrán desplegar rápidamente y luego mantener fuerzas capaces de realizar toda la gama de 'tareas de Petersberg' establecidas en el Tratado de Amsterdam, incluidas las más exigentes, en operaciones hasta nivel de cuerpo».

Y en la reunión informal de ministros de Defensa, celebrada en Bruselas en abril de 2004, se acordó la creación de Grupos de Combate. «Los Grupos de Combate son fuerzas de alta disponibilidad compuestas por 1.500 efectivos que pueden desplegarse dentro de los 10 días posteriores a la decisión de la UE de poner en marcha una operación y que puede sostenerse hasta por 30 días (prorrogables a 120 días con rotación)», explica la Unión Europea.

La Brújula Estratégica redactada por Josep Borrell es un paso más en esa creación de un Ejército Europeo que, sin interferir en las decisiones de la OTAN, como dice el artículo 42 del Tratado de la Unión, permita la defensa conjunta de aquellos países que, perteneciendo a la Unión Europea no formen parte de la OTAN.