Mikhail Mizintsev, el «Carnicero de Mariúpol» que lidera los ataques rusos

En la larga lista de horrores que han plagado Ucrania durante este mes de invasión rusa, nada supera lo sucedido en Mariúpol: días de asedio en el pequeño enclave portuario, constantes bombardeos que dejan la ciudad incomunicada, sin agua, comida, o electricidad, y que obligan a hombres y mujeres a esconderse en edificios derruidos, al resguardo de la agresión. No es casualidad que el desamparado paisaje de calles en ruinas recuerde a Aleppo, la ciudad siria destruida hace seis años: el líder de la agresión rusa, denominado «el carnicero de Mariúpol», es el coronel general Mikhail Mizinstev, coordinador de los bombardeos en Siria en 2016.

«Mirad a esa basura, ahí de pie, frunciendo el ceño con esa mirada bovina, enseñándome su cara descontenta, su cara apestosa», escupió Mizinstev, en una llamada telefónica interceptada y publicada por los servicios de seguridad ucranianos. No se refiere a un soldado del ejército de Ucrania. Amonesta y humilla a uno de los suyos, y demuestra que su crueldad no se limita al bando enemigo. «¿Cómo es posible que aún siga alistado? ¿Por qué tengo que malgastar mi tiempo con esta basura?».

Entonces, enseña la grabación, las amenazas suben de tono, y la violencia empeora. «¿Por qué nadie le ha destrozado la cara? ¿Por qué no le han cortado una oreja? ¿Cómo es que no está ya cojeando?», brama el coronel, furioso con el oficial ruso de menor rango por una razón simple y trivial: apareció vestido con un uniforme descuidado.

La alcaldía de la ciudad confirmó que 2.357 civiles han muerto en el asedio. Asimismo, según el periódico británico The Times, el 80% de Mariúpol está destruido. Y el «Carnicero» de esta ciudad parece estar detrás de la cruel estrategia.

Mikhail Mizinstev es, desde 2014, Director del Centro Nacional Ruso de Defensa, y se delató como líder de la ofensiva cuando exigió personalmente a los soldados ucranianos que se rindieran (petición que rechazaron). Fue «El Carnicero» quien dio la orden de bombardear un hospital infantil en Mariúpol, donde una mujer embarazada y su hijo perdieron la vida, entre muchos otros. También ordenó las bombas sobre un teatro donde cientos de personas, incluyendo niños, se escondían de los ataques. Así lo confirmó Serhiy Bratchuk, portavoz de las fuerzas militares de Odesa: «Es él quien está destruyendo Mariúpol, igual que destruyó las ciudades sirias», lamentó el ucraniano.

Olexander Scherba, el antiguo embajador de Ucrania en Austria, fue quien bautizó a Mizinstev como «el Carnicero de Mariúpol», y Oleksandra Matviichuk, directora del Centro de Ucrania para las Libertades Civiles, exigió que se juzgase al militar por crímenes de guerra.