Nicaragua ya no tiene «ningún rasgo de democracia», afirma el presidente de Costa Rica

En su último viaje a Europa, el presidente de Costa Rica Carlos Alvarado, se refirió en Madrid a la situación de Nicaragua, su vecino del norte, desde donde la represión de la dictadura de Daniel Ortega ha generado un éxodo que ha llevado a suelo costarricense más de 100 mil nicaragüenses que buscan refugio.

«Lo que ocurre en Nicaragua es muy lamentable, cómo las instituciones democráticas progresivamente fueron erosionadas, destruidas; ya eso no tiene ningún rasgo de democracia», indicó el mandatario costarricense durante un evento en la capital española.

Alvarado, que se encuentra de visita oficial en España y en medio de una gira europea, antes de abandonar el poder en mayo, denunció que «toda la oposición fue encarcelada antes de las elecciones de noviembre del año pasado, unas elecciones que no fueron transparentes» en las que finalmente fue electo fraudulentamente Ortega y su mujer Rosario Murillo como vicepresidenta.

La palabras del mandatario costarricense se producen pocos días después de la deserción del embajador de Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Arturo McFields, quien llamó «dictadura» al gobierno de Ortega, y de la renuncia el domingo de uno de los abogados de Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el estadounidense Paul Reichler, quien dijo que lo hacía «por conciencia moral» y acusó a Ortega del «asesinato» en la cárcel del excomandante de la revolución Hugo Torres.

Alvarado, quien fue agasajado con un almuerzo de honor por el Rey Felipe VI, y se reunió con el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, llamó a la comunidad internacional a trabajar para impulsar «un proceso de diálogo y elecciones limpias y transparentes» en Nicaragua, «siempre con el liderazgo de los propios nicaragüenses».

Por otro lado, Alvarado pidió a su sucesor, que saldrá elegido en el balotaje de este próximo domingo entre el conservador Rodrigo Chaves y el liberal José María Figueres, preservar la estabilidad macroeconómica del país, ya que, según él, «estamos devolviendo la casa en orden».

También instó a los candidatos en contienda a mantener los avances en materia medioambiental y social, como un «legado» que espera que «no se eche atrás» expresó Alvarado.