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Mujeres con trajes tradicionales húngaros acuden a votarAFP

Elecciones en Hungría

El complejo sistema electoral de doble voto de los húngaros

Disponen de dos papeletas: una para el candidato de distrito y otra para una lista nacional

Los húngaros designan hoy a los diputados de su parlamento unicameral.

De los 199 hombres y mujeres que ocuparán un escaño a partir de mañana, 106 lo serán por un sistema uninominal de distrito -es decir, un elegido por distrito- y 93 por el sistema proporcional en una lista única para todo el país.

Así lo indica la ley de 2011, aprobada poco después de la entrada en vigor de la Ley Fundamental (Constitución). A nivel de distritos, 18 corresponden al Área Metropolitana de Budapest y 88 al resto del país.

Cada distrito tiene una media de 76.000 votantes. En los últimos comicios, celebrados en 2018, los candidatos del partido conservador Fidesz, encabezado por el primer ministro Víktor Orban, y su aliado, el Partido Popular Demócrata Cristiano, vencieron en 91 distritos, lo que dejó a la coalición a nueve escaños de la mayoría absoluta, sin perjuicio de los escaños que les correspondió mediante el voto proporcional.

El sistema guarda, pues, similitudes con el que rige los comicios federales de Alemania desde hace más de setenta años.

Es decir, el objetivo principal del doble voto es que el proporcional corrija los excesos del sistema mayoritario -idéntico al británico- y garantice representación a los partidos minoritarios.

El objetivo se logra a partir de la compensación de votos excedentes desde el mayoritario hacia el proporcional. Por ejemplo, si en un distrito el candidato del «Partido A» gana la elección con los 20.000 votos necesarios, obtiene el escaño y el resto de votos -3.000, pongamos por caso- que ha cosechado se traspasan automáticamente a la lista proporcional de su partido.

En cambio, los partidos derrotados trasladan la totalidad de sus votos a la lista nacional. Por eso son los principales beneficiarios de los votos excedentes. Al final, solo las formaciones que superan el 5% de los votos a nivel nacional, logran representación parlamentaria.

Con todo, la gran particularidad del sistema electoral húngaro tiene que ver con las candidaturas de las trece minorías, étnicas y culturales, oficialmente reconocidas, que son la armenia, la búlgara, la croata, la alemana, la griega, la polaca, la gitana, la rumana, la rutena, la serbia, la eslovaca, la eslovena y la ucraniana.

Cada una de ellas -salvo la gitana que vota directamente a los partidos- necesita 1.500 avales para presentar sus respectivas listas, trámite que realizan a través de sus órganos representativos.