Mohamed VI, el vecino de abajo
Según Forbes, el rey alauí tenía, en 2019, una fortuna personal de 8.200 millones de dólares. Bajo acusaciones de corrupción, el primogénito del rey Hassan II lleva 23 años en el trono de Marruecos
Nacido en Rabat, el 21 de agosto de 1963, Mohamed VI es el primogénito del rey Hassan II y su segunda esposa bereber, Lalla Latifa Hammou. Como sus institutrices fueron españolas, él y sus cuatro hermanos hablan castellano. A los cuatro años de edad, su padre, le apuntó al Collège Royal de Rabat, la escuela coránica del Palacio.
Educación
Entre 1985 y 1988, se licenció en Ciencias jurídicas, económicas y sociales en la Universidad de Rabat, con una tesina sobre La Unión árabe-africana y la estrategia del Reino de Marruecos en materia de relaciones internacionales. También obtuvo dos grados: en Ciencias Políticas y en Derecho Público. Marchó a Bruselas, en 1988, tutelado por Jacques Delors, presidente de la Comisión Europea. Se doctoró en la Universidad francesa de Niza-Sofía Antípolis, con una tesis sobre La cooperación entre la Comunidad Económica Europea y la Unión del Magreb Árabe (1993) y es doctor honoris causa por la Universidad George Washington. (2000). Ha publicado Mohamed ben el Hassan, Crown Prince of Morocco (1994) y La coopération entre l'Union européenne et les pays du Maghreb.
Habla inglés, francés, español y árabe clásico y marroquí.
Rey
Mohamed VI accedió al trono el 23 de julio de 1999, con 36 años. Prometió acabar con la pobreza y la corrupción, crear empleo y respetar los derechos humanos.
Como ostenta el cargo de Amir al-Mu'minin, príncipe de los creyentes, en 2004, reestructuró el Ministerio de Asuntos Religiosos para controlar los 41.755 lugares de culto, mezquitas incluidas. Ese año, impuso un nuevo código familiar, la Mudawana, que otorga mayor independencia a las mujeres. En 2008, para disuadir de veleidades integristas, ordenó que sólo el órgano que creó pueda emitir decretos religiosos e instituyó un Consejo de Ulemas para los más de tres millones de marroquíes en el extranjero.
Fundó la Instance Equité et Réconciliation para revisar las violaciones de los derechos humanos durante el reinado de su padre, pero prohibió mencionar a Hassan II, investigar casos posteriores a 1999 y ataques contra la libertad de expresión. En línea aperturista, Mohamed VI permitió el regreso del comunista Abraham Serfaty y despidió al siniestro ministro del Interior Driss Basri.
Un buen diplomático
Marruecos no avanza realmente, pero Mohamed VI sabe publicitarse. Cuando Hillary Clinton era secretaria de Estado con el presidente Obama, dijo que Marruecos estaba consiguiendo «un cambio hacia la democracia que debería ser un modelo para otros países de la región». Washington lo considera como su principal aliado en el Magreb, ha reforzado la cooperación militar mutua, ayuda a Rabat a remozar su industria militar y hacen maniobras conjuntas.
En 2012, Mohamed fue el primer jefe de Estado recibido por el presidente Hollande y con Macron los contactos son también estrechos.
Si Hassan II abandonó la Unión Africana en 1982, Mohamed VI reingresó en 2017. Rabat es el primer inversor de África Occidental y el segundo del continente, por detrás de Sudáfrica.
También hay una sintonía con Arabia Saudí y sus adláteres, pero no con otros países árabes. El rey marroquí no acudió a la Cumbre de la Liga Árabe en 2017 y las relaciones con Argelia son tensas.
Mohamed VI consiguió que el presidente Trump reconociera la soberanía marroquí sobre el Sáhara. El yerno de Trump, Jared Kushner, llegó a Rabat con una delegación estadounidense e israelí para firmar varios acuerdos económicos multimillonarios de inversión y firmar una Declaración Conjunta Marruecos.
Con España
Los contenciosos son la soberanía de Ceuta y Melilla, las aguas territoriales canarias y la inmigración ilegal. Además, hizo que el Ejército marroquí ocupara la isla Perejil, finalmente desalojada por tropas españolas. En 2007, la visita de los Reyes de España a Ceuta y Melilla ofendió a Mohamed VI. Desde su llegada al trono, la presión por esas ciudades se ha incrementado y obra para cercarlas. Hace poco, Mohammed VI empleó a sus súbditos como carne de cañón para presionar a España y llevó al Gobierno Sánchez a reconocer la soberanía marroquí sobre el Sáhara.
Corrupción
En 2010, medios estadounidenses responsabilizaban al rey de Marruecos de corrupción en los proyectos urbanísticos, al utilizar las instituciones del Estado para coaccionar y solicitar sobornos en el sector inmobiliario, prácticas habituales con Hassan II que Mohamed VI ha aumentado.
En 2019, la Asociación Marroquí de Derechos Humanos denunció una «escalada de violaciones de los derechos humanos y de las libertades», con un Estado que «elude sus compromisos internacionales y hace caso omiso de las recomendaciones e informes». En particular, denunciaba torturas y crueldad con los detenidos y destacaba el incremento de presos políticos en el reino.
Fortuna personal
Según Forbes, Mohamed VI, en 2019, tenía una fortuna personal de 8.200 millones de dólares. Heredó el 35 % de Al Mada, la sociedad nacional de inversiones que participa en diversas empresas marroquíes y extranjeras, como Attijariwafa, el mayor banco del país, la minera Managem Group, la azucarera Cosumar y Centrale Danone. Su participación en Al Mada supera el 70 %. Además, Mohamed VI es el mayor propietario de tierras marroquíes, el principal empresario agrícola.
M6, como le gusta al rey ser conocido, posee 600 coches de lujo. Usa dos yates, El Boughaz I, de 70 metros de eslora y el Badis 1, uno de los mayores veleros del mundo, comprado por 90 millones de dólares. Tiene centenares de relojes, desde Rolex a modelos cuajados de diamantes. Sus chilabas llevan botones de oro.
El rey adquirió, en 2016, el palacio de Betz, junto al pueblo galo de Oise, que días después de la llegada del rey se quedó sin agua, debido al excesivo consumo real. En 2020 pagó 80 millones de euros por una mansión de más de 1000 m² en París, junto a la torre Eiffel.
Los gastos de la casa real, unos 250 millones anuales, los paga el Estado marroquí. En 2021, los 12 palacios del rey tenían más de mil sirvientes.
Salud
En 2009, se supo que el soberano padecía gastroenteritis. En la década de 2010, aumentó de peso y canceló muchas actividades, visitando Francia con mayor frecuencia. En 2017, le extirparon un tumor del ojo izquierdo. En 2018, fue operado del corazón en París. También padece sarcoidosis y enfermedad pulmonar crónica. En 2020, sufrió otra cirugía cardiaca, en Rabat.
Modernidad y desesperanza
Es conocido el hedonismo de M6 y sus largas ausencias del país son de ámbito público, tantas que, en 2019, cuando Felipe VI viajó a Marruecos, los medios dijeron que la verdadera visita oficial era la de Mohamed VI. En el año 2000, estuvo en España y alegó cansancio para eludir la cena en el Palacio Real. La Reina Sofía habló de la juerga previa en su alojamiento del Palacio del Pardo. También dio plantón a Condolezza Rice, secretaria de Estado con Bush. Tras su ascenso al trono, M6 frecuenta eventos lúdicos carísimos eludiendo sus deberes.
Mohamed VI presenta a su reino como inasequible al integrismo que crecía en Argelia, Egipto y otros países árabes. Para ello volvió a reformar la Constitución, dando más derechos a los partidos controlados, como poder escoger a su primer ministro dentro del partido vencedor en las elecciones. Las manifestaciones por la carestía de la vida o por la autonomía del Rif no tienen eco parlamentario. Los grandes partidos son leales al rey, que nombra y despide ministros a su antojo. La administración funciona mal y la corrupción es sistemática y masiva. La separación de poderes es inexistente.
Familia
Cuando se casó en el 2001 con Salma Bennani le permitió ejercer de primera dama, una licenciada universitaria, sin velo y activa en la vida pública. Tuvieron dos hijos: el príncipe heredero Moulay Hassan, de 18 años, muy unido a su madre, y la princesa Lalla Khadija, de 15 años. En marzo de 2018 se anunciaba su divorcio. La publicación Le Crapouillot Marocain, ese año, atacó a Lalla Salma, describiéndola como «desdeñosa y despectiva» con un carácter «colérico y agresivo». Era la primera vez que un diario arremetía contra alguien de la realeza, pero no fue sancionado porque justificaba el divorcio del rey.
El amigo íntimo
El íntimo amigo de Mohamed VI es Abu Bakr Azaitar, de 35 años, luchador de artes marciales. Su relación con M6 empezó un mes después de su divorcio. El diario digital Hespress difundió el historial delictivo de los tres hermanos Azaitar, criados en Colonia, Alemania, donde estudiaron en un instituto saudí.
Han compartido vacaciones con el rey alauí, quien les hizo protagonistas de las conmemoraciones del 44 aniversario de la conquista del Sáhara Occidental. Abu Bakr muestra en las redes sociales los coches y relojes de lujo que le regala el rey, quien pone a su disposición, para sus viajes, aviones militares marroquíes: «Es increíble hasta qué extremos nos cuida», publicó Abu Bakr. Los Azaitar tienen un restaurante en la Costa del Sol española y otros dos en el puerto deportivo de La Marina, en Rabat.