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Refugiados ucranianos cruzan la frontera a pieAFP

78 días de guerra en Ucrania

Reino Unido y la doble moral de Boris Johnson: proponen deportar a los refugiados a Ruanda

Al igual que con los inmigrantes del Canal de la Mancha, Reino Unido podría enviar a África a los refugiados ucranianos que entren por Irlanda

Mientras la Unión Europea recibe a los refugiados ucranianos con los brazos abiertos, Reino Unido parece tener una doble moral. El gobierno estudia, bajo un nuevo programa, expulsar a Ruanda a los refugiados indocumentados que entren en Gran Bretaña a través de Irlanda.

Se trata de una iniciativa del Ministerio del Interior, impulsada hace unas semanas, que ya se utilizó para atajar el tráfico de entrada de inmigrantes ilegales del Canal de la Mancha. Entonces, se tachó la idea de cruel y brutal, y provocó duras críticas tanto en la calle y en la oposición.

La misma medida se analiza aplicar ahora a los refugiados ucranianos. Esto es, meterles en el mismo saco y deportarlos a África en vez de ofrecerles asilo en suelo británico.

Pero muchos refugiados podrían salir perdiendo simplemente por temas burocráticos: ante la larga espera previa a la entrada en Reino Unido, prefieren hacerlo a través de Irlanda porque es un proceso más rápido. Estas personas, en su gran mayoría mujeres y niños, podrían encontrarse en Ruanda tras huir de un país en guerra.

Johnson lo niega todo

Raudo y temeroso de un nuevo escándalo, vista la polémica que ha suscitado la noticia, el primer ministro Boris Johnson se entrevistó con la cadena LBC para desmentir los planes.

todo esto se suma a lo que Reino Unido ya está haciendo con los afganos, los sirios, y los chinos de Hong KongBoris Johnson

Regresaba de Finlandia tras firmar un nuevo acuerdo de seguridad con Helsikin y Estocolmo. Explicó que, la idea de enviar a los refugiados ucranianos a Ruanda «simplemente no sucederá».

«Son dos situaciones completamente diferentes. Para Ucrania, tenemos dos programas diferentes, y son increíblemente generosos. Con el primero, queremos dar a la comunidad ucraniana de Reino Unido, que integra entre 20.000 y 30.000 personas, la oportunidad de reunirse con sus familiares», explicó atropelladamente Johnson.

El segundo es el programa de acogida ‘Homes for Ukraine’, actualmente en el punto de mira de las autoridades por su falta de filtros y restricciones, que a menudo resultan en situaciones peligrosas. En muchos casos, las ucranianas vulnerables terminan en casa de hombres solteros y de dudoso historial.

«A pesar de estas dificultades, creo que tenemos a 67.000 refugiados quedándose con británicos en nuestro país. Eso me enorgullece. Me enorgullecen las cifras que estamos generando, y no olvidemos que todo esto se suma a lo que Reino Unido ya está haciendo con los afganos, los sirios, y los chinos de Hong Kong», agregó el primer ministro.

Las palabras de Johnson parecen ir por un camino y la realidad por otro. El Ministerio del Interior confirmó que ya ha comunicado al primer grupo de inmigrantes del Canal que serán deportados a Ruanda. En paralelo, un comité del ministerio descubrió que costaría lo mismo enviar a los inmigrantes a África que permitir que permanezcan en Reino Unido: unas 12.000 libras por persona, del bolsillo de los británicos que pagan impuestos.