Las razones de la división de la izquierda radical francesa
Diferencias ideológicas y las ventajas materiales incitan a cada componente de la Nupes a tener grupo propio
Macron, solo ante el peligro de la inestabilidad
La propuesta de Jean-Luc Mélenchon, líder de la coalición izquierdista Nueva Unión Política, Ecológica y Social (Nupes) de constituir un grupo parlamentario único en la próxima Asamblea Nacional fue rechazada de forma unánime por sus socios.
Socialistas, ecologistas y comunistas conservarán, pues, sus respectivas autonomías en la Cámara Baja durante la legislatura que comenzó este lunes con la toma de posesión del escaño por parte de los nuevos diputados.
El Partido Comunista Francés es, sobre el papel, el más perjudicado por una decisión a la que ha contribuido: con 12 escaños no alcanza el fatídico umbral de 15 que permite constituir un grupo propio.
De entrada, se esfuman sus aspiraciones de implantar su hegemonía sobre el conjunto de la izquierda francesa.
También, y más a corto plazo, porque se le escapa en esta legislatura el control de la estratégica Comisión de Finanzas, cuya presidencia queda, por tradición, pero sin ser un mandato legal, reservada a un diputado del principal grupo de la oposición.
Mélenchon, que no se presentaba a estos comicios si bien sigue controlando Lfi con mano de hierro, no hubiera permitido que un miembro de otra formación de la Nupes desempeñara ese cargo.
La Nupes
De esta primera división al principio de la legislatura se desprende claramente que la Nupes, pese a haber demostrado su eficacia en las urnas, no pasa de ser una coalición de circunstancias cuyo principal nexo de unión es el antimacronismo.
Resulta difícil, por ejemplo, conciliar el nítido euroescepticismo de la Lfi y del Partido Comunista Francés (Pcf) con la eurofilia de Europa Ecología Los Verdes (Eelv).
O el compromiso incondicional de este último partido con la causa del cambio climático y ciertas renuencias al respecto de un Pcf aún muy vinculado a bastiones industriales.
Con todo, principal razón de la escisión parlamentaria es material y propagandística: tener grupo propio da ventajas logísticas y financieras así como tiempo de palabra en el hemiciclo y en los medios.