Rusia da la vuelta al tablero ucraniano y reestructura su cadena de mando al purgar al general Dvornikov

Las cabezas de los generales rusos no dejan de rodar. A pesar de los incontestables avances de la ofensiva rusa en el Donbás, el Kremlin no está contento con el modo en que evoluciona su «operación militar especial» en Ucrania.

Según informa el Institute for the Study of War (ISW), Moscú está ejecutando la mayor purga entre sus responsables militares desde que inició la guerra en Ucrania.

La purga habría alcanzado incluso al general Alexander Dvornikov, conocido como el «Carnicero de Siria» por las numerosas bajas civiles causadas en Alepo por las tropas rusas bajo su dirección.

La noticia de su destitución, difundida hace semanas por los medios rusos como un rumor, se habría ahora confirmado.

Vladimir Putin nombró al general Dvornikov comandante de las tropas rusas en Ucrania a principios de abril tras el estrepitoso fracaso de la invasión rusa en el norte del país.

Dvornikov tenía entre sus cometidos coordinar las acciones del ejército para evitar los errores de logística y las acciones descoordinadas que caracterizaron el intento de conquistar Kiev en las primeras semanas de guerra.

Además, debía lograr un impulso definitivo que permitiera la caída de la ciudad de Mariúpol, entonces sometida a un feroz asedio ante la resistencia de las tropas ucranianas, y conquistar el Donbás.

A la vista del resultado, parecería que Dvornikov obtuvo éxito en su misión, sin embargo, la lentitud del avance, el alto número de bajas y el descontento de las tropas habría causado la pérdida de confianza del presidente ruso en el general.

El ISW cita una investigación de Bellingcat que señala el «consumo excesivo de alcohol de Dvornikov y la falta de confianza entre las fuerzas rusas» como motivo último de la defenestración del general.

En cuanto a su sucesor, las noticias son contradictorias ante la absoluta opacidad del ejército ruso respecto a sus nombramientos.

Según el oficial de reserva ruso Oleg Marzoev, citado por el ISW, el sucesor será el comandante de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas, Serguei Surovikin.

Por el contrario, el Equipo de Inteligencia de Conflictos (CIT, por sus siglas en inglés), apunta al general Gennady Zhidko, jefe de la Dirección Político-Militar de las Fuerzas Armadas rusas, como nuevo responsable de la invasión rusa a Ucrania.

El ISW, sin embargo, se inclina por un nuevo ordenamiento de la jerarquía militar rusa en Ucrania según la cual el general Surovikin habría sido nombrado comandante del Distrito Militar del Sur mientras que el general Zhidko habría recibido el cargo de comandante de las operaciones rusas en Ucrania.

Para el ISW, la defenestración del general Dvornikov cuando se están desarrollando las batallas más cruciales para Rusia en Ucrania «hablan de la existencia de graves crisis dentro del alto mando ruso y, posiblemente, una purga por parte del Kremlin».

Estas rotaciones «no son acciones tomadas por una fuerza al borde de un gran éxito. Más bien indican una disfunción continua en la conducción de la guerra por parte del Kremlin».