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El presidente de Turquía, Recep Tayip Erdogan, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, junto a unos cazas F-16

El presidente de Turquía, Recep Tayip Erdogan, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, junto a unos cazas F-16AFP

Erdogan recibe su premio por levantar el veto a Suecia y Finlandia: 40 cazas F-16 estadounidenses

Turquía quería bloquear el ingreso de ambos países escandinavos en la OTAN por su supuesta falta de control hacia el terrorismo curdo

Recp Tayyip Erdogán, presidente de Turquía, protagonizó una de las grandes decisiones de esta cumbre de la OTAN: cedió en su postura, y retiró el veto al ingreso de Suecia y Finlandia en la alianza transatlántica. Cuan niño obediente, recibirá un «premio» por su sacrificio, ya que Washington aprobó la venta de cazas F-16 a Estambul.

Celeste Wallander, subsecretaria de defensa para asuntos de seguridad internacional del Pentágono, afirmó ante la prensa que un incremento en las capacidades defensivas de Turquía reforzaría la seguridad de la OTAN.

El presidente estadounidense Joe Biden, y Erdogan se vieron las caras en Madrid, horas después de cerrarse el acuerdo entre Turquía, Suecia, y Finlandia. Parte del trato incluyó un compromiso por parte de los dos países escandinavos, para controlar el apoyo al terrorismo curdo en sus países.

Erdogan quería bloquear el ingreso de Suecia y Finlandia en la OTAN, en un intento de demostrar la autoridad de Turquía en el seno de la alianza, y hacer presión para que todos los países que la integran se tomen más en serio la amenaza del terrorismo curdo en sus fronteras más al sur.

Pero como recompensa por terminar cediendo, Biden ordenó a sus oficiales echar una mano en la modernización de las fuerzas aéreas turcas. También agradeció a Erdogan su ayuda para intentar liberar las exportaciones de grano de los puertos de Ucrania en el mar Negro. Bajo la estrategia ideada por ambos países, 25 mil toneladas de grano saldrían de los puertos ucranianos escoltadas por embarcaciones turcas.

El pasado octubre, Turquía había pedido 40 cazas F-16 marca Lockheed Martin, y 80 kits de modernización para los aviones que ya tiene. Pero Washington buscó complicar la venta, e impuso unos procesos legales largos y complejos.

Aunque Turquía ya cuenta con el apoyo de la administración Biden, el Congreso americano tendrá la última palabra sobre la venta. Es algo polémica, ya que Estambul compró hace poco un sistema antiaéreo de marca rusa, que muchos senadores de EE.UU. consideran incompatibles con su membresía en la OTAN.

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