La novia del hombre que intentó matar a Cristina Kirchner dice que la pistola, «tal vez era de agua»
La mujer, detenida y en el mercado de las webs de servicios sexuales, sugiere que cambiaron el arma por «una de verdad»
¿Por qué los argentinos creen que el intento de asesinato de Cristina Kirchner es un montaje?
Brenda Elisabet Uriarte era -o es- la novia de «Tedi», Fernando André Sabag Montiel, el hombre que apunto y disparó, sin que saliera la bala, contra Cristina Fernández de Kirchner. La Policía la ha detenido por sospechar, tras revisar las cámaras de la zona, que estuvo en la escena del suceso con su novio, el día del fallido atentado, el jueves pasado.
El caso, como era previsible, se enreda. Ambar, nombre de guerra en las redes y en las webs de oferta sexual de la muchacha, está ahora en la diana de las investigaciones como presunta cómplice del magnicidio en el que no creen la mayoría de los argentinos.
La joven, a la que no habían citado a declarar, había asegurado en diferentes medios de comunicación que no veía a Tedi, apelativo del detenido, desde «dos días antes» del hecho que ha conmocionado Argentina y dado la vuelta al mundo.
No hay reconciliación con los corruptos. No la hay, chicos. Sea del bando político que sea, de cualquier país… Basta de corrupción, basta de reconciliación
Ayer, horas antes de que se produjera su detención, la «piba», de 23 años, colgó en Instagram unas imágenes suyas perturbadoras. Con aspecto de haber ingerido sustancias poco recomendables advierte: «No hay reconciliación con los corruptos. No la hay, chicos. Sea del bando político que sea, de cualquier país…basta de corrupción. Basta de reconciliación».
«El chorro de agua se vio claro... Tal vez era una pistola de agua. Quién sabe… Y le cambiaron la pistola por una de verdad»
El mensaje, interpretado como un respaldo implícito a lo que hizo su novio, sigue con una defensa de su privacidad: «Yo era su pareja pero no le manejaba las redes. Él (Sabag Montiel) tampoco manejaba las mías... No éramos tóxicos.» A renglón seguido, bromea con la idea de que la pistola incautada no fuera la que utilizó Sabag y que éste podría haber recurrido a una de juguete. «El chorro de agua se vio claro... Tal vez era una pistola de agua. Quién sabe… Y le cambiaron la pistola por una de verdad», plantea.
Ella y el resto del grupo se presentaron como empleados dedicados a la producción y venta de algodón dulce y expresaron su sorpresa por lo sucedido.
Según el barrido de imágenes, la pareja de novios paseó por la ciudad el jueves, juntos fueron a cobrar el alquiler de la peluquería del local que posee el presunto homicida y según las conclusiones de los agentes, llegaron juntos a la esquina de las calles Juncal y Uruguay, donde vive la actual vicepresidenta y ex presidenta y donde se cometió el intento de magnicidio.