Ucrania reconquista una importante ciudad ocupada por Rusia y continúa su avance en Jarkov

Balakliya ha caído. Las tropas rusas abandonaron sus posiciones en las últimas horas y las ucranianas ocuparon la plaza e izaron la bandera ucraniana sobre los edificios administrativos de la ciudad.

La reconquista de Balakliya, de 30.000 habitantes, es el mayor logro de Ucrania en la guerra desde la retirada rusa de Kiev.

Con Balakliya en su poder, las tropas ucranianas tienen prácticamente vía libre para reconquistar la estratégica ciudad de Izium, que se encuentra ya aislada sin acceso a las líneas de suministros.

Desde esta ciudad de la región de Jarkov, Rusia sostuvo el avance de sus tropas por las regiones de Lugansk y Donetsk los meses pasados de mayo y junio.

Su pérdida permitiría a Ucrania abrir una puerta de acceso hacia la completa liberación de la región de Jarkov y el inicio de la liberación de las regiones de Donetsk y Lugansk.

Antes, sin embargo, las tropas ucranianas deberán completar la conquista de otra localidad, Kupiansk, que podría capitular en los próximos días, desde donde se controlan las comunicaciones terrestres de Jarkov y el Donbás.

En su contraofensiva iniciada el lunes 5 de septiembre, las tropas ucranianas han liberado al menos 20 localidades en la región de Jarkov, avanzado 50 kilómetros en los territorios ocupados por Rusia y recuperar el control de 1.000 kilómetros cuadrados de territorio ucraniano.

El mismo presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se encargó de anunciar la victoria de sus tropas en Balakliya con una publicación en Telegram donde compartió un vídeo en el que se ven a tres soldados anunciando la conquista, con una bandera ucraniana ondeando a sus espaldas y otra rusa bajo sus pies.

«Balakliya, en la región de Jarkov, está bajo control. La orden se ha cumplido», escribió Zelenski junto al vídeo.

Las redes sociales se han llenado en los últimos días de vídeos y fotografías de tanques y tropas ucranianas avanzando por la región de Jarkov, e izando banderas ucranianas en varias localidades y asentamientos ocupados por los rusos.

La defensa rusa del territorio, encomendada a la guardia nacional rusa (la Rosgvardia) ante el traslado masivo de efectivos al frente de Jersón, ha mostrado una absoluta incapacidad para hacer frente al avance ucraniano.