Berlusconi insulta a Meloni y pone en riesgo el gobierno de la derecha en Italia
La sangre parece que empieza a llegar al río entre los tres partidos que conforman el bloque de derecha que ganó las elecciones italianas el pasado 25 de septiembre.
La pelea se centra en el reparto de sillones en el nuevo gobierno que debería encabezar Giorgia Meloni, líder de Fratelli d’Italia, tras ser la candidata más votada.
De momento, parece que la mayor parte de los cargos se los repartirán entre Fratelli d’Italia y la Lega, partido de Matteo Salvini, mientras que la Forza Italia de Silvio Berlusconi tendrá que contentarse con las migajas.
En la formación del Senado y la Cámara de Diputados, Berlusconi ya se llevó un gran disgusto al ver cómo sus socios lo humillaban y se repartían sin consultarlo las presidencias.
Cuando se confirmó que Forza Italia no tendría a ninguno de sus hombres en los primeros puestos del nuevo gobierno, Berlusconi se negó a apoyar al nuevo presidente del Senado, Ignazio La Russa, de la Lega, y se abstuvo en la votación.
Berlusconi, que logró un escaño como senador, no fue capaz de ocultar su enfado y faltó gravemente al respeto al nuevo presidente del Senado al dedicarle un «affanculo» cuando el presidente se acercó a saludarlo a su escaño.
Sin embargo, el incidente del Senado no se habría quedado ahí. El diario La Repubblica publicó unas imágenes de «il cavaliere» en su escaño mostrando en un calculado «descuido» una hoja con anotaciones tomadas durante la sesión de apertura del Senado.
Con letra extragrande, apta hasta para los miopes más severos, Berlusconi dejó plasmada su frustración con una serie de adjetivos dedicados de forma explícita a Meloni: «Presuntuosa, arrogante, prepotente y ofensiva».
A continuación, añadió una reflexión: «Giorgia no está dispuesta a introducir cambios, con ella no se puede llegar a ningún acuerdo».
Meloni, sin embargo, no se ha dejado amedrentar, y notablemente enfadada con Berlusconi afirmó que en los apuntes de Berlusconi faltaba un rasgo que la caracteriza: «No me dejo chantajear».
Según señala la agencia ANSA, el espectáculo ofrecido por Berlusconi en el Senado habría desatado la ira de Meloni.
Como resultado de esa ira, la futura presidenta del consejo de ministros habría cogido el bolígrafo rojo y empezado a tachar los nombres de miembros de Forza Italia que se barajaban para ocupar varios ministerios.
Sólo uno se habría salvado, el de Elisabetta Casellati, que suena con fuerza para ocupar un ministerio a pesar de haber respaldado a «il cavaliere».