Meloni le pide a Mattarella que le encargue formar gobierno en Italia
El centro derecha ha acudido en bloque al Palazzo del Quirinale, sede de la Presidencia de la República, para las consultas previas a la formación del nuevo gobierno italiano.
La probable futura primera ministra, la ganadora de las elecciones generales del 25 de septiembre y líder de Fratelli d’Italia, Giorgia Meloni, acudió escoltada por sus socios, Matteo Salvini, líder de la Lega, y Silvio Berlusconi, líder de Forza Italia.
La petición de Meloni al presidente de la República, Sergio Mattarella, ha sido muy concreta y clara: «Le he propuesto a la sotoescrita como persona encargada de formar gobierno».
El encuentro entre la delegación de los partidos de centro derecha y el presidente Mattarella ha sido breve, apenas 11 minutos.
Al finalizar, Meloni, acompañada de Salvini y Berlusconi, ofreció una comparecencia de prensa en la que reveló que expresó al jefe de Estado «la necesidad de dar a esta nación un nuevo gobierno en el menor tiempo posible, porque las urgencias que tenemos ante nosotros son muchísimas a nivel nacional y a nivel internacional».
Tras la petición para que la nombre encargada de formar gobierno, el presidente de la República se tomará varias horas de reflexión. Se espera que la decisión se haga pública sobre las 18:00 de este viernes.
«Ahora esperamos la determinación del presidente de la República, al que agradecemos por su magisterio en este momento importante para la nación. Ya desde ahora anunciamos que estamos preparados, porque queremos proceder en el menor tiempo posible», concluyó Meloni antes de retirarse.
Los tres partidos de derechas han querido dar una imagen de unidad al acudir juntos al Quirinale.
Atrás quedan días de polémica, enfados, insultos y pataleos protagonizados por Berlusconi después de ser apartado de los principales cargos del futuro gobierno.
La última salida de todo, tal vez la más grave, se produjo por unos audios filtrados donde Berlusconi presumía de amistad con Putin y de intercambiarse «cartas tiernas» y regalos de botellas de vodka y lambrusco.
Meloni fue clara y amenazó con romper con Berlusconi si no estaba dispuesto a dejar atrás su discurso prorruso. El gobierno peligraba.
Berlusconi intentó encauzar la situación con una aparatosa marcha atrás: «Es natural que entre fuerzas políticas aliadas, leales, pero diversas entre ellas, se produzcan discusiones normales», señaló en un mensaje difundido en Twitter.
La anécdota del día también la protagonizó el afán de protagonismo de Berlusconi. Tras la reunión con Mattarella, se sentó, cual pater familias de la nación italiana, en una gran silla barroca en uno de los suntuosos salones del Quirinale rodeado de sus leales, Antonio Tajani, Alessandro Cattaneo, y Licia Ronzulli.
La silla del «cavaliere» era exactamente igual a la empleada por el presidente de la República Sergio Mattarella. ¿Se trataba de un mensaje subliminal?
Lo cierto es que Berlusconi aspiró al «trono» presidencial en enero de 2022, cuando concluyó el primer mandato de Mattarella, y se llevó una gran decepción tras ser apartado de la carrera presidencial y Matterella repitió como presidente.