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247 días de guerra en Ucrania

Putin anticipa la «década más peligrosa» para el mundo después de la II Guerra Mundial

El presidente de la Federación Rusa dice que su país «tiene derecho a existir» y que lo quieren «destruir, borrar del mapa»

Vladimir Putin profundiza su relato de la guerra y del mundo. El presidente de la Federación Rusa, el hombre que dio la orden de invadir Ucrania el 24 de febrero, insiste en presentarse como una víctima de la humanidad. Para él, el resto del mundo le niega el derecho a existir a su país.

«La próxima será probablemente la década más peligrosa, impredecible y, al mismo tiempo, importante desde el final de la Segunda Guerra Mundial», afirmó Putin en Moscú a los miembros del Club de Discusión Valday.

La actual invasión en Ucrania que denomina con el eufemismo «Operación Militar Especial», para él es solo parte de «los movimientos tectónicos en todo el orden mundial» que, por cierto, ha sacudido por la fuerza de las armas.

Rusia no está desafiando a las élites occidentales, Rusia solo está tratando de defender su derecho a existir

«Rusia no está desafiando a las élites occidentales, Rusia solo está tratando de defender su derecho a existir», en tanto que las potencias occidentales pretenden «destruir, borrar del mapa» a Rusia, afirmó.

«La mayoría de los pueblos ya no soportan más eso», insistió.

Respondiendo indirectamente a los comentarios de Putin, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, dijo que Moscú era una «amenaza aguda» a los valores occidentales.

«La imprudente guerra elegida por Putin contra Ucrania, la peor amenaza a la seguridad de Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, lo ha dejado muy claro a todo el mundo», replicó

En las últimas semanas, el ejército ruso sufrió varios reveses ante una contraofensiva en el este y sur, respondida por Rusia con bombardeos contra infraestructuras que privaron de energía a gran parte de Ucrania.

«Bomba sucia»

En su intervención ante el grupo de reflexión ruso, Putin reiteró su acusación de que Kiev planea lanzar una «bomba sucia» sobre su propio territorio, para acusar a Rusia, y pidió que el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) envíe una misión allí «lo antes posible».

Este órgano de control nuclear de la ONU señaló que realizará esta semana «una verificación independiente» en dos plantas ucranianas «para detectar cualquier desvío de material nuclear».

Una bomba sucia es una dispositivo convencional al que se ha añadido material radioactivo, biológico o químico que se esparcirá con la explosión.

Ucrania sospecha que Rusia podría lanzar ese tipo de bomba para justificar el uso de armas nucleares convencionales, aunque Putin aseguró que para ellos no tendría «sentido en términos políticos ni militares» emplear este arsenal.

La polémica se trasladó a una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, donde Rusia solicitó que se investigue el supuesto desarrollo de armas biológicas estadounidenses en Ucrania.

«Todos sabemos que estas afirmaciones son pura invención sin el más mínimo fundamento», dijo la embajadora estadounidense ante el Consejo, Linda Thomas-Greenfield.

El conflicto y las sanciones occidentales contra Rusia -informa Afp- provocaron un aumento de los precios de los alimentos en todo el mundo y de las facturas de gas en Europa, en vísperas de la llegada del invierno boreal.

Tanto Estados Unidos como Ucrania se mostraron preocupados por la exportaciones de cereales ucranianos que, según Kiev, se ralentizaron por las inspecciones rusas a los buques de carga.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo que este retraso suponía «un deterioro del acceso a la comida para millones de personas» en África, Asia y Europa.

El pacto entre Kiev y Moscú para facilitar la exportación de cereales termina el 19 de noviembre y existe incertidumbre sobre su extensión.

El jefe de la diplomacia estadounidense advirtió que si Rusia «quiere cancelarlo, será recibida con gran indignación por los países de todo el mundo que se están beneficiando de grano ucraniano».

Castigada por Occidente, Rusia sigue estrechando lazos con China, a quien Estados Unidos identificó como su principal rival.

En una conversación con su par ruso Serguéi Lavrov, el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, se dijo dispuesto a «profundizar» su cooperación «en todos los niveles» y expresó su apoyo «para superar las dificultades y eliminar las injerencias externas».

De su parte, Kiev cuenta con el respaldo financiero de Estados Unidos y la Unión Europea (UE), que debería ser suficiente para 2023 si la guerra con Rusia no se agrava, dijo la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.

Zelenski urgió el miércoles a los donantes internacionales a acudir en ayuda de su país para cubrir un déficit presupuestario de 38.000 millones de dólares en 2023.