Sunak y Macron acuerdan una inversión millonaria para frenar la inmigración del canal de La Mancha

Mientras que Reino Unido se distrae con cambios de ministros, crisis energéticas, y huelgas de transporte, la crisis migratoria del Canal de la Mancha se agudiza. A lo largo del 2022, más de 40.000 personas cruzaron el canal a bordo de pequeñas embarcaciones, y el fin de semana pasado, 1.800 migrantes desembarcaron ilegalmente en costas británicas.

Es una situación que enfrenta a Paris y Londres desde hace más de dos años. El Brexit y los problemas del Gobierno inglés dificultan cada vez más la cooperación fronteriza, y ponen en riesgo la vida de miles de inmigrantes que, venidos del sur del globo, pasan por Francia para llegar hasta Reino Unido.

Frente a este marco, y en una excepcional demostración de cooperación, Francia y Reino Unido han firmado un acuerdo valorado en 72.2 millones de euros. Con ese presupuesto, se comprometen a incrementar sus esfuerzos por frenar el flujo de personas que arriesgan sus vidas cruzando el canal.

Es una de las medidas con las que Rishi Sunak y su ministra del Interior, Suella Braverman, estrenan gabinete. Así, buscan distanciarse todavía más del fallido Gobierno de Boris Johnson, criticado por Europa por su despreocupación con la crisis del canal. El año pasado, mientras Johnson gobernaba, la cifra con la que Reino Unido apoyaba la vigilancia fronteriza francesa era de 55 millones.

Para Braverman, la crisis de la inmigración ilegal supone una amenaza grave. El mes pasado, calificó de «invasión» el flujo migratorio del Canal de la Mancha, y ahora, tras firmar en París el acuerdo junto a su homólogo francés, Gerald Darmanin, señaló que «está en el interés de ambos Gobiernos colaborar juntos para resolver este complejo problema».

Perros, drones, y visión nocturna

De cara a los próximos cinco meses, el tratado promete aumentar de un 40 % el número de policías franceses que, financiados por el Gobierno británico, patrullan las playas frente al Canal de la Mancha. Asimismo, dedicará parte del presupuesto a invertir en material de vigilancia y prevención: drones que sobrevolarán los mares del canal, equipo de visión nocturna, y cámaras de seguridad en los puertos de Francia.

La nueva normativa dará inicio a un programa que junta a las fuerzas inglesas con las francesas. De esta manera, agentes policiales británicos serán destinados a zonas controladas por Francia, para cubrir el terreno junto a sus homólogos galos. Así, la colaboración mejorará, y también lo hará el flujo de información crítica entre ambos equipos.

El acuerdo servirá también para financiar una iniciativa que traerá perros a los puertos, con el objetivo de descubrir a las personas que, escondidas en camiones de transporte, tratan de entrar ilegalmente en las costas de Inglaterra. Además, se invertirá parte de este dinero en la financiación de «centros de recepción de inmigrantes» en territorio francés.

No será suficiente

Según Peter Ricketts, exembajador británico en Francia, el acuerdo es una buena señal: tras el deterioro de las relaciones diplomáticas durante el Gobierno de Johnson, durante el cual estas «tocaron fondo», la confianza está regresando por fin entre Westminster y el Eliseo.

«El hecho de que Sunak haya mostrado un mayor respeto por la cooperación en serio ha ayudado», señaló Ricketts a la agencia Reuters.

Por su parte, Sir Keir Starmer, líder de la oposición, celebró el acuerdo, pero no tardó en buscarle pegas: «Lo primero que tenemos que hacer es garantizar que la Agencia Nacional contra el Crimen trabaje aguas arriba para frenar el contrabando de personas», dijo a los periodistas.

También criticó el «estado desesperante» del procesamiento de solicitudes de asilo en Reino Unido, y agregó que la mayoría de las personas estarían «horrorizado» por las cifras oficiales. Estas muestran que solo el 4 % de las solicitudes de asilo de los inmigrantes que cruzaron el Canal el año pasado han sido siquiera procesadas.