Argentina
La argentinización de España o la ruta compartida del kirchnerismo y Sánchez
España sigue la estela argentina de asalto al Poder Judicial, embestida contra los medios de comunicación críticos, la Memoria Histórica, el control de precios, la reforma laboral, el culto al líder y una lista interminable de medidas
Una docena de ejemplos basta para entender el proceso de argentinización al que está llevando a España el gobierno de Pedro Sánchez. La lista podría ser más larga, pero esta muestra es suficiente para entender de dónde venimos y a dónde vamos.
Medios de comunicación
La batalla cultural o la guerra a los periodistas y medios de comunicación desde el poder en Argentina de los gobiernos de Cristina y Néstor Kirchner (2003-2015), recuperó bríos –aunque menores– con el regreso como vicepresidenta de la viuda de Néstor Kirchner (2019). La bestia negra del poder «K» era el grupo Clarín que sufrió el acoso e intento de derribo sin descanso, aunque La Nación tampoco se libró.
Si el kirchnerismo dicto una ley hecha a medida para perjudicar al «multimedio», el Gobierno de Pedro Sánchez presentó el anteproyecto de la Ley de Información Clasificada que el Consejo de ministros aprobó el 2 de agosto. Las asociaciones de prensa en su totalidad coinciden en que limita la libertad de información, de expresión y el derecho a la información pública. Para entender su alcance, el Ejecutivo puede clasificar materias que no afectan a la seguridad ni a la defensa del Estado.
La propuesta de Isabel Rodríguez, ministra portavoz del gobierno de Pedro Sánchez, de tener un espacio en RTVE sin filtro para el Ejecutivo, al Kirchnerismo no le hacía falta. Recurría directamente a lo que se conoce como «cadena nacional», una emisión en directo que obliga a la totalidad de las emisoras de radio y televisión a interrumpir su emisión para dar paso al discurso de la Casa Rosada.
La imparcialidad obligada de RTVE en España es una ilusión. En septiembre dimitió el presidente de la corporación, José Manuel Pérez Tornero, por las presiones del Gobierno que advertía que hacía una televisión demasiado plural. Para poder dar plenos poderes a la consejera que querían colocar en su lugar, Elena Sánchez, sin pasar por el Congreso, el Consejo de ministros modificó de un plumazo los estatutos de RTVE.
Precios regulados
Cuando la ministra Yolanda Díaz pidió una cesta de precios regulados no estaba poniendo sobre la mesa ninguna idea original. La inflación galopante del Kirchnerismo le llevó a implementar los «Precios cuidados», una cesta de alimentos básicos acordada, por la seducción o la fuerza, con las cadenas de supermercados.
Carrefour, Día, Walmart y Yumbo, entre otras cadenas, fueron sancionadas con multas millonarias por no plegarse a las exigencias del Gobierno. La medida sigue vigente, de momento, hasta el 7 de enero de 2023.
La intervención en el sector energético en España también tiene su antecedente en Argentina con las tarifas congeladas durante años y actualizadas en cuentagotas. En cierto modo era una forma de «topar» los precios.
En lo que sí está adelantado el Gobierno de Sánchez a Argentina es en la prohibición a los caseros de subir el alquiler más del 2 por ciento. El proyecto de la Ley de Vivienda sigue atascado en el Congreso al no ponerse de acuerdo en los detalles los socios de coalición. Contempla la limitación del precio de los alquileres en las llamadas «zonas tensionadas.»
Prohibido despedir y fijos discontinuos
La prohibición de despedir que propuso Yolanda Díaz tiene su antecedente en Argentina, donde los gobiernos kirchneristas impusieron la misma medida o en su defecto, obligaban a las empresas a otorgar una doble indemnización. España, durante la pandemia, prohibió a las empresas acogidas a los ERTES los despidos y en la actualidad no les permite que accedan a las ayudas que existen para paliar la crisis.
De este modo, el índice oficial de parados, 8,5 %, resulta ridículo. La realidad es que en torno al 40 % de la población vive de las dádivas del Estado.
España, en la misma línea, tampoco contabiliza a esos «fijos discontinuos» como parados.
Adoctrinamiento y Memoria Histórica
Pedro Sánchez y sus socios han inundado escuela, colegios y universidades de su propia versión de la historia. La Ley de Memoria Democrática en España entró en vigor en octubre y es una continuación de la de Memoria Histórica de 2007.
El adoctrinamiento estará presente en las aulas desde el próximo curso, puesto que obliga a «la actualización de los contenidos curriculares para Educación Secundaria Obligatoria, Formación Profesional y Bachillerato», como también en los libros de texto. Traducción: desde los 12 años los niños y adolescentes españoles serán instruidos en «el conocimiento de la historia y de la memoria democrática española y la lucha por los valores y libertades democráticas». No será una asignatura en sí como la polémica Educación para la Ciudadanía de Zapatero, sino que impregnará varias. Entre ellas, Educación en valores Cívicos y Éticos y Geografía e Historia
La Cámpora se infiltró en los colegios y el Ejecutivo llegó a incorporar un prólogo propio al Nunca Más
De nuevo, el el kirchnerismo hizo algo parecido antes. La Cámpora se infiltró en los colegios y el Ejecutivo llegó a incorporar un prólogo propio al Nunca Más, el libro que recoge los testimonios de los detenidos desaparecidos de la última dictadura militar (1976-83) en la Comisión Nacional para la Desaparición de Personas (CONADEP).
El preámbulo del escritor, Ernesto Sábato, pasó a un segundo plano y el del por entonces secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde a la primera página. Allí hizo oficial la mentira que hoy se imparte en los colegios de que hubo «30.000 desaparecidos» cuando el libro que prologaba demostraba que los casos comprobados eran de 7.959.
Como hicieron en Argentina con la guerrilla, no hay condena para los «ongi etorri» ni la apología de ETA
Bajo el mando del kirchnerismo se anularon los indultos a los jerarcas de la dictadura y las leyes de Punto Final y Obediencia y los guerrilleros fueron ensalzados como héroes. El Gobierno de Sánchez condena la exaltación del franquismo, ya sea individual o colectivo, que implique «descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas o de sus familiares». Pero, como hicieron en Argentina con la guerrilla, no hay condena para los «ongi etorri» ni la apología de ETA.
El culto al líder
Pedro Sánchez se ocupó de que le hicieran un biopic que ni RTVE se anima a programar. La docuserie de Secuoya Studios y The Pool no encuentra quién la emita.
Néstor Kirchner tuvo varias «películas históricas» para ensalzar al líder que falleció de un infarto fulminante. La más sonada fue la de Paula de Luque que recibió una subvención de casi 4 millones de pesos.
Sánchez acostumbra a acompañar sus intervenciones con los aplausos que le brindan sus correligionarios con los suyos propios. Sus intervenciones ante el Comité Federal se han convertido en un monólogo pero lo mismo sucedió antes en Argentina. CFK no tiene límite en sus intervenciones públicas.
Los espectáculos en el Congreso argentino –no así en el Senado– precedieron a esa costumbre de Sánchez y la corte de «aplaudidores», como se les bautizó. Los argentinos, más festivos, hasta cantan en la Cámara la «marchita peronista».
Apología o connivencia con el terrorismo
Argentina vivió con el matrimonio Kirchner una exaltación de los movimientos guerrilleros que operaban en democracia y antes del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. Cristina Kirchner se refiere a ellos como la juventud maravillosa y los atentados terroristas pasaron a presentarse como actos heroicos.
Pedro Sánchez va más lejos, gobierna con el apoyo de Bildu y ha cedido las competencias de prisiones al País Vasco, donde ha desplazado a la mayoría de los presos etarras, con y sin delito de sangre, aunque no hayan colaborado para esclarecer sus atentados. El caso más flagrante ha sido el de Txapote.
Retórica, palabras y palabros
La viuda de Néstor Kirchner fue la primera en defender su condición de «presidenta». La expresidente y actual vicepresidente también incorporó la fórmula de, todos y todas y puso de moda los términos «empoderada».
En el gobierno de coalición con Podemos, la terminología se repite y el discurso de la felicidad y el amor frente a los «odiadores», también lo utilizó antes el kirchnerismo mientras, como Sánchez, sacudía a opositores.
Neoliberal, en el sentido más despectivo, es un término que suele colarse en los discursos del presidente del gobierno. La costumbre también es adoptada de Argentina. Cristina Fernández de Kirchner no pierde ocasión para usarla y su inspiración le llegó de su admirado Rafael Correa, el expresidente prófugo de la justicia que en sus 10 años en el poder se refería a los años 90 como «la larga noche neoliberal» en reproche a la ola de privatizaciones.
Juramentos y promesas en las investiduras
El Gobierno de Pedro Sánchez con sus diputados y aliados tampoco ha sido pionero en fórmulas ofensivas o surrealistas en el Congreso. El kirchnerismo se hizo experto antes de que el ministro Alberto Garzón (Izquierda Unida), jurara por «la democracia y la república».
«Por los 30 mil detenidos desaparecidos. Por los desaparecidos bajo gobiernos constitucionales. Por la lucha de las mujeres y la diversidad. Por los pueblos que enfrentan la destrucción del planeta. Por los trabajadores y trabajadoras que se organizan para terminar con la barbarie capitalista, porque no puede haber libertad sin terminar con la explotación y la opresión. Sí, juro», zanjó en su última ceremonia en la Cámara Baja Myriam Bergman, eterna diputada de ultraizquierda.
El silencio del presidente de la Cámara y hoy super ministro, Sergio Massa, fue tan sonoro como el de Meritxell Batet cuando, entre otras provocaciones, los diputados de Junts per Catalunya, prometieron «con lealtad al mandato democrático del 1 de octubre, por fidelidad al pueblo de Cataluña, por la libertad de los presos políticos y el retorno de los exiliados. Por imperativo legal». Carles Puigdemont lo veía por televisión desde Waterloo.
Entre el bochorno y la frivolidad, ninguna fórmula superó la de la legisladora de La Cámpora, Berenice Iañez, que termino jurando «por Diego» (Maradona).
Asalto y acoso a la justicia
Una de las primeras decisiones más polémicas de Néstor Kirchner fue recurrir a la cadena nacional para pedir la dimisión de la totalidad de los miembros de la Corte Suprema, equivalente al Tribunal Supremo en España y amenazarles con juicios políticos.
La embestida terminó con la renuncia de tres de los «ministros de la Corte», incluido su desprestigiado presidente, Julio Nazareno, mientras otros dos magistrados, Eduardo Moliné O´Connor y Antonio Boggiano, fueron destituidos en juicio político por el Senado.
La viuda de Kirchner siguió camino similar. Modificó la ley del Consejo de la Magistratura, a efectos españoles, el Consejo general del Poder Judicial, para tenerlo controlado con su mayoría. Aquellos que no eran de su agrado fueron víctimas de sus críticas y con especial virulencia los que investigaban sus casos de corrupción. El juez Federal Claudio Bonadío fue, hasta su muerte, el objetivo favorito de sus embestidas
Sánchez intentó asaltar el CGPJ por las bravas, a comienzos de 2021, cambiando la mayoría de elección de sus miembros para no necesitar al Partido Popular. Lo detuvo la UE y en represalia maniató al CGPJ al aprobar una reforma de la Ley del Poder Judicial –en marzo de 2021– por la que su presidente y los vocales no podían hacer nombramientos estando en funciones. Posteriormente, como le convenía que el CPGJ sí nombrara a los dos magistrados del Tribunal Constitucional que le corresponden, volvió a cambiar la ley para obligarles a hacer esos dos nombramientos. De paso, les dio una fecha límite para hacerlo, pero el CPGJ hizo oídos sordos.
Al presidente le interesa tener un TC afín para que, llegado el momento, haga la vista gorda con una nueva consulta en Cataluña
El Tribunal Constitucional, inexistente en Argentina, es el mayor objeto de deseo de Sánchez, porque sigue habiendo mayoría conservadora. Al presidente le interesa tener un TC afín para que, llegado el momento, haga la vista gorda con una nueva consulta en Cataluña. Al Tribunal Supremo, el presidente del gobierno, directamente, lo desautorizó indultando a nueve condenados del procés en contra del criterio del alto tribunal.
Estadísticas y sondeos oficiales
El INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos), como el CIS, pasó de ser un organismo de máximo respeto a perder toda credibilidad. El asalto supuso la expulsión y persecución de los funcionarios que no se prestaron a manipular las cifras.
El IPC argentino no merecía ni la consideración del FMI ni de ningún organismo serio nacional o internacional. La inflación de referencia la facilitaban las consultoras privadas que sufrían la presión y amenazas del Gobierno. Algunas se plegaron y las menos resistieron. Hoy ha recuperado prestigio.
Una de las primeras decisiones de Pedro Sánchez, tras ganar la moción de censura a Mariano Rajoy fue designar al secretario de Estudios y Programas del PSOE, José Félix Tezanos, al frente del CIS (Centro de Investigaciones Sociológica). Su crédito está en números rojos por el seguidismo que hace del PSOE.
En estos años de Sanchismo el CIS ha ido aumentando su presupuesto y en 2023 será de 12,6 millones de euros
En estos años de Sanchismo ha ido aumentando su presupuesto y en 2023 será de 12,6 millones de euros. De ellos, la partida destinada a la productividad y las gratificaciones del personal del CIS asciende a 378.523 euros, se incrementa en el 77,8 % en un año electoral clave para el PSOE…
Votar a los 16 y «percepción de género»
El kirchnerismo impuso el voto a los 16 años. La juventud, pensaba, sería su caladero de votos. Iniciativa similar propuso el sector podemita del Gobierno que presidente Pedro Sánchez. En éste punto fallaron y se quedaron sin poder incluír en el censo electoral a un millón de adolescentes.
Tampoco el Gobierno ha logrado, por ahora, sacar adelante la ley trans mientras que en Argentina se aprobó en mayo del 2012 y como la que defiende el sector podemita del Ejecutivo, es ley que cada cual sea legalmente como «se autoperciba».
Animales humanos
En Argentina el gobierno propuso la ley que establece que los animales sean jurídicamente miembros de la familia, con sus derechos y, como es natural, cero obligaciones. Algo similar o quizás en eso se inspiró el del Gobierno de Pedro Sánchez. La Ley de protección, derechos y bienestar de los animales y una modificación del Código Penal en materia de maltrato animal, están en plazo de enmiendas parciales en el Congreso. Para más inri, la primera vez que el debate de ambas llegó al pleno del Congreso fue el mismo día que lo hacía la reforma de la Ley del aborto. El Debate tituló l anoticia: «El Congreso reconoce los derechos de los animales el mismo día que se los niega a los no nacidos».
Los sindicatos y la calle
La ministra Yolanda Díaz, como si no perteneciera a su Gobierno, invitó a manifestarse en el «invierno caliente» que anticipó para España. La presencia de miembros del Ejecutivo en protestas contra decisiones del Gobierno la ha encontrado en primera fila en las manifestaciones del 1 de mayo, donde sale aclamada.
El ministerio ha aumentado en tres millones de euros las subvenciones a las organizaciones sindicales
A los sindicatos grandes el Gobierno los tiene anestesiados a golpe de chequera: este año, el ministerio ha aumentado en tres millones de euros las subvenciones a las organizaciones sindicales para «actividades de carácter sindical». En total, 17 millones en este 2022. Los sindicatos salieron hace unas semanas a protestar por la inflación… pero contra los empresarios, por no subir los sueldos.
El antecedente de esto ya resulta viejo en Argentina. El pero kirchnerismo lo hizo antes y en el más difícil todavía se superó a sí mismo al organizar la Cumbre de las Américas en Mar del Plata y en paralelo la contra Cumbre que tuvo a Hugo Chávez, En el actual Gobierno de Alberto y Cristina Fernández, la vicepresidenta tuitea en contra de las medidas de su Gobierno y su hijo, Máximo Kirchner. renunció como jefe del bloque en Diputados. Fue uno de los que se colocó también en primera fila en la manifestación en contra del acuerdo del gobierno al que pertenece, con el FMI.