Dina Boluarte, de número dos de Castillo a primera mujer en asumir la presidencia de Perú
Quien acompañó a Pedro Castillo en su ascenso al poder en 2021 es ahora quien hace historia en Perú por dos razones: primero, por suceder a Castillo tras un intento de golpe de Estado y una declaración de vacancia por parte del Congreso; y segundo, por convertirse en la primera mujer en asumir la presidencia del país sudamericano.
Dina Boluarte, una abogada de 60 años, asumió la vicepresidencia de Perú tras ganar las elecciones con Castillo. Ambos comparten una ideología de extrema izquierda que los posiciona en el escenario internacional con el Grupo de Puebla y el Foro de San Pablo.
Entre el 29 de julio de 2021 y el 25 de noviembre de 2022, Boluarte ejerció el cargo de ministra de Desarrollo e Inclusión Social
A inicios del Gobierno de ambos, Boluarte se mostró como una de las más férreas defensoras de Castillo, especialmente durante el primer intento de destitución del ahora exmandatario. En ese entonces, la todavía vicepresidenta cuestionó el accionar del Congreso y anunció su renuncia en caso de que Castillo fuera retirado del cargo.
Es apoyo incondicional cambió y Boluarte empezó a mostrar cierto distanciamiento con Castillo durante la última crisis de su Gabinete. Tras el nombramiento de Betssy Chávez como Presidenta del Consejo de Ministros, Boluarte presentó su renuncia al cargo de ministra que ejerció por más de un año. Sin embargo, no renunció a su cargo de vicepresidenta que le permitió acceder el día de ayer a la presidencia del Perú.
La ahora presidenta sabe, sin embargo, que debe gobernar diferente a su antecesor para no compartir el destino judicial que Castillo, muy probablemente, tiene por delante.
Rechazo al Golpe de Estado
«Rechazo la decisión de Pedro Castillo de perpetrar el quiebre del orden constitucional con el cierre del Congreso. Se trata de un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional que la sociedad peruana tendrá que superar con estricto apego a la ley», escribió Boluarte en redes sociales minutos antes de que el legislativo peruano iniciara la votación para destituir a Castillo.
La declaración pública de Boluarte, de rechazo a Castillo y apoyo a Congreso peruano, era indispensable para que el desenlace de los sucesos. Muy probablemente, los congresistas opositores pidieron garantías de que la número dos de Castillo renunciaría a su agenda de extrema izquierda y debería consensuar una Gobierno de unidad nacional.
Precisamente, durante el primer discurso como presidenta, Boluarde propuso abrir un diálogo amplio e inclusivo para retomar la senda del «crecimiento económico con justicia social», prometió «luchar contra la corrupción» y planteó un Gobierno «con representación de todas las fuerzas políticas» del Congreso.
Todas estas promesas son un preludio que la nueva presidenta de Perú, la primera de la historia en ese país, no tendrá las manos libres para imponer una agenda ideológica extrema como su antecesor.