Autgolpe en Perú
Detienen al presidente Pedro Castillo tras el fracaso de su autogolpe en Perú
¿Dónde está Pedro Castillo? La pregunta ya tiene respuesta concreta: se encuentra detenido en la sede policial de la DIROES (Dirección de Operaciones Especiales) después de haber estado detenido en la Prefectura de Lima. El expresidente, previamente, hizo consultas en busca de refugio en las embajadas de Bolivia y de México. A ésta se dirigía cuando fue detenido por su propia escolta.
El hombre destituido en una sesión express en el Congreso, tras intentar ejecutar un autogolpe de Estado, hizo las maletas contra reloj para pedir asilo en cualquiera de estas dos legaciones diplomáticas. Finalmente, aceptó la mano tendida de México.
Los hijos del presidente de Pedro Castillo y él mismo salieron por la tarde del Palacio presidencial mientras las cámaras registraban algo parecido a una mudanza de urgencia. Todos se fueron en una camioneta sin hacer declaraciones y con bolsas supuestamente llenas de enseres personales.
Bolivia, México, Venezuela, Argentina y Nicaragua son los únicos países donde Castillo habría podido refugiarse sin resistencia de aquellos gobiernos. De ese modo evitaría un juicio por traición a la patria o aplicarle una figura similar. Su afinidad ideológica con Luis Arce y proximidad geográfica con el país vecino le facilitaban la huía, pero México le tendió una alfombra roja o puente de plata para escapar de Perú.
Andrés Manuel López Obrador es un aliado suyo incondicional. De hecho, suspendió la última edición de la Alianza del Pacífico después de que el Congreso no autorizara a su presidente a viajar, condición indispensable para el Jefe del Estado antes de abandonar territorio peruano.
En los alrededores de la embajada, tanto de México como de Bolivia en Lima, se percibía un movimiento extraordinario que respondía a la posible llegada de Pedro Castillo, pero éste nunca llegó. Su propia escolta lo detuvo y trasladó a la Prefectura de Lima. De allí saldría de madrugada en dirección a la sede policial de la DIROES, donde se encuentra preso otro expresidente: Alberto Fujimori (1990-2000).
Castillo y su familia están cercados por más de 50 querellas criminales por corrupción. Su salida de Perú, pretendía, entre otras cosas, evitar sentarse en el banquillo y terminar en un calabozo, como está ahora.
A las causas judiciales acumuladas habría que sumar el intento de golpe de Estado contra su propio gobierno. Distintas fuentes aseguran que la idea de adoptar semejante decisión la habría alimentado Antauro Humala, hermano del expresidente Ollanta Humala, condenado también por intentar dar un golpe de Estado.
Dina Boluarte, vicepresidenta de Pedro Castillo, le sucedió ayer en una ceremonia rápida en la que juró la Constituión con especial énfasis. Su sucesora en la Jefatura del Estado en rigor, ante la destitución de Castillo, ella ya estaba al frente del país. La número dos del gobierno rechazó de plano, desde el primer minuto, la intentona golpista. Para despejar cualquier duda lo dejó escrito en un tuit.
Anoche arreciaban las voces que exigían la detención y el juicio a Pedro Castillo. La disolución inconstitucional del Parlamento, la voluntad de gobernar nueve meses. golpe de decreto, es lo que ha llevado al ya expresidente a terminar con sus huesos en un calabozo.
La decisión del autogolpe era un rumor que flotaba en el ambiente desde hace tiempo. Es decir, desde que le sometieron a dos mociones de censura. Lo que no se termina de explicar bien es el por qué ejecutarla cuando no disponía de las los votos necesarios para su destitución ni respaldo para sostenerla.
Al parecer, a la oposición le faltaban tres votos para su destitución. Lo escaso de este margen, le hizo temer que los congresistas, con un índice popularidad aún más bajo que el suyo por corruptos, serían fácilmente comprables. El temor a que los sobornaran habría sido el detonante para que decretase el cierre del Congreso, gobernar a golpe de decreto en 9 meses, decir que convocaría elecciones anticipadas y atribuir al futuro Congreso competencias de una Asamblea Constituyente mientras liquidaba el Poder Judicial.