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Vladimir Putin en Bishkek

El presidente ruso, Vladimir Putin, en BishkekAFP

290 días de guerra en Ucrania

Putin, dispuesto a modificar la doctrina militar rusa para lanzar un ataque nuclear en Ucrania

El presidente ruso señaló que están estudiando introducir cambios en la doctrina militar para realizar ataques nucleares preventivos

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha demostrado en numerosas ocasiones que tiene una increíble capacidad para decir una cosa y hacer la contraria sin ningún tipo de rubor en una cínica práctica que ejerce siempre que tiene ocasión.

Si en los meses previos a la invasión rusa de Ucrania, y hasta el día antes de que los soldados rusos pusieron las botas en territorio ucraniano el 24 de febrero, insistía en que no tenía planes para invadir al país vecino, ahora insiste en su voluntad de buscar una paz negociada a la vez que amenaza con el uso de armas nucleares.

Durante una rueda de prensa ofrecida en Bishkek, capital de Kirguistán, el presidente Putin afirmó que su gobierno estudia modificar la doctrina militar rusa que impide a Moscú ser el primero en realizar un ataque nuclear.

Según dicha doctrina, el armamento nuclear ruso tiene una finalidad defensiva y nunca ofensiva, por lo que sólo se puede emplear como respuesta a un ataque nuclear contra territorio ruso.

En recientes declaraciones, tanto Putin como otros jerarcas del Kremlin han señalado que esa doctrina también permite realizar ataques nucleares cuando la viabilidad del Estado ruso esté en entredicho.

Esa matización disparó las alarmas en Occidente ante la posibilidad de que Rusia respondiera a las contraofensivas ucranianas en territorios ilegalmente anexionados por el Kremlin con armas nucleares tácticas.

Ahora, Putin ha dado un paso más allá y ha afirmado que podría modificar la doctrina militar rusa para permitir un ataque nuclear preventivo para desarmar al enemigo. «Estamos pensando en ello», aseguró.

Justificó esa modificación en que, según él, Estados Unidos incluye en su doctrina «el golpe preventivo».

Putin aseguró que la actual doctrina rusa, que solo permite un ataque nuclear ruso como represalia contra un ataque nuclear enemigo, deja desprotegida a la Federación Rusa, ya que implica que «la caída de ojivas de misiles enemigos en territorio de la Federación Rusa es inevitable».

Durante unas declaraciones realizadas el pasado miércoles en una extraña comparecencia en el Kremlin, mientras agarraba una copa de champán, advirtió que «la idea de que Rusia no usaría primero sus armas nucleares bajo ninguna circunstancia, significa que tampoco seríamos los segundos en usarlas, ya que la posibilidad de hacerlo después de un ataque contra nuestro territorio sería muy limitada».

Al mismo tiempo que anunciaba un posible cambio en su doctrina nuclear para poder realizar ataques preventivos, en la rueda de prensa en Bishkek Putin también reconoció que la salida a la guerra se producirá por medio de una negociación.

«Al final habrá que negociar», aseguró, aunque advirtió que Ucrania deberá aceptar la pérdida de Crimea, Lugnask, Donetsk, Zaporiyia y Jersón, y entregar a Rusia las áreas de dichas regiones que el Ejército ruso todavía no controla.

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