Rusia destruye las ruinas del Teatro de Mariúpol y borra las huellas del bombardeo contra civiles

Rusia trata a la desesperada de ocultar sus crímenes de guerra cometidos por sus tropas en la ciudad ucraniana de Mariúpol, a orillas del mar de Azov.

Bajo control absoluto de las tropas rusas desde mayo de 2022, Mariúpol sufrió una destrucción casi total debido a los bombardeos y asedio ruso.

Mediante información recopilada con imágenes de satélite, el gobierno de Kiev ya ha podido localizar varias fosas comunes en la ciudad donde habría enterrados miles de cadáveres de civiles.

Además, muchos cuerpos quedaron enterrados bajo toneladas de escombros de los edificios destruidos.

Para ocultar las pruebas de esos crímenes, Rusia está procediendo a desescombrar las ruinas sin rescatar antes los cuerpos.

Uno de los hitos de los crímenes cometidos por Rusia fue el bombardeo y destrucción del Teatro Dramático de Mariúpol el 16 de marzo, con cientos de civiles refugiados en su interior, a pesar de que una gran pintada en el suelo de la plaza indicaba que en su interior había niños. En el bombardeo murieron al menos 300 civiles.

Rusia siempre negó su responsabilidad en el crimen y acusó a combatientes ucranianos del Batallón Azov de haber dinamitado el edificio para responsabilizar a las tropas rusas.

Sin embargo, ahora se ha sabido que lo que está haciendo Rusia es destruir las ruinas del edificio y, con ellas, las últimas pruebas que señalaban a las bombas rusas del ataque contra los civiles refugiados en su interior.

En declaraciones recogidas por la BBC, el alcalde legítimo de la ciudad, Pyotr Andryushchenko, señaló que los rusos están derribando todo el edificio excepto la fachada principal. «Están desmantelando aquellas partes del edificio que prueban el bombardeo ruso», denunció.