Fundado en 1910
Restos del vuelo MH17 Malasia Airlines

Restos del vuelo MH17 Malasia Airlines

349 días de guerra en Ucrania

Putin autorizó el envío del misil que derribó el MH17 de Malaysia Airlines en 2014 en Ucrania

El presidente ruso dio el visto bueno a proporcionar las baterías de defensa antiaérea BUK responsables de la destrucción del Boeing 777 en el que murieron 298 personas

El presidente ruso, Vladimir Putin, es el máximo responsable del derribo con lanzamisiles BUK del avión MH17 de la compañía aérea Malaysia Airlines destruido cuando sobrevolaba los cielos de Ucrania el 17 de julio de 2014.

Según los «fuertes indicios» identificados por el Equipo Internacional de Investigación (JIT) que investiga el suceso, Vladimir Putin autorizó el envío del sistema de defensa aérea a los independentistas prorrusos del Donbás, dio el visto bueno a su despliegue y permitió a las milicias prorrusas de Donetsk que dispararan al objetivo que consideraran pertinente.

De ese modo, Putin sería el responsable último y principal culpable de la muerte de las 298 personas (el total del pasaje y de la tripulación del avión) que murieron en el ataque.

Vladímir Putin

Vladímir Putin, presidente de RusiaEFE

«Hay fuertes indicios de que la decisión de proporcionar el sistema de misiles BUK a los separatistas de la autoproclamada República Popular de Donetsk la tomó el presidente en Rusia», señaló el JIT, cuya conclusión se basa en documentos oficiales y conversaciones interceptadas en los días previos a la tragedia del Boeing 777 de Malaysia Airlines.

Además, advierte que, «después de que los separatistas solicitaran armas antiaéreas de mayor alcance, su solicitud se discutió en la Administración Presidencial en Moscú en la segunda quincena de junio de 2014».

El JIT aseguró que «hay información concreta» de que se presentó «la petición de los separatistas al presidente», aunque «se desconoce si mencionaba explícitamente un sistema BUK», pero lo que sí está claro es que la decisión «fue afirmativa» y «poco después, se entregaron los sistemas pesados de defensa aérea, incluido el BUK que luego derribó el MH17».

No habrá caso judicial

Las conversaciones interceptadas también ofrecen información sobre los miembros de la tripulación que operó la instalación del sistema de misiles en cuestión, pero el JIT lamenta que las autoridades rusas «no están respondiendo a preguntas sobre la tripulación, diciendo que no había ningún sistema de misiles BUK ruso presente» en el este de Ucrania.

No obstante, y a pesar de la información nueva sobre la identidad de «varias personas involucradas» en lo ocurrido, en este momento, hay muy pocas pruebas para iniciar una demanda judicial.

Moscú se niega a cooperar, los testigos temen por su vida si testifican y el propio Putin cuenta con inmunidad presidencial, resumen los responsables del informe sobre el ataque.

Lamentan además que esta situación obliga a suspender la investigación temporalmente, pero no cierra el caso.

El JIT está compuesto por autoridades de Australia, Bélgica, Malasia, Países Bajos y Ucrania.

El MH17, que partió de Ámsterdam con destino a Kuala Lumpur, fue derribado por un misil tierra-aire disparado desde una zona controlada por milicias separatistas prorrusas.

En base a esta investigación, se pudo iniciar una demanda judicial y el pasado noviembre la Justicia neerlandesa sentenció a «cadena perpetua» a dos ciudadanos rusos, Igor Girkin y Sergey Dubinsky, y al ucraniano Leonid Kharchenko, declarados «culpables» del asesinato de las 298 personas que iban a bordo del MH17.

Igor Girkin

Igor Girkin durante su etapa como comandante de las fuerzas de DonetskRedes sociales

El juicio a estos tres acusados tuvo lugar en rebeldía porque Rusia se negó a entregar a los sospechosos, y ellos no reconocieron el proceso judicial llevado a cabo en Países Bajos.

Girkin es un exmilitar ruso responsable de organizar y dirigir a las milicias prorrusas de Donetsk durante la guerra del Donbás de 2014-2015.

En la actualidad permanece en la reserva y se ha convertido en un popular comentarista nacionalista, radical partidario de la guerra en Ucrania y del expansionismo territorial ruso y, al mismo tiempo, muy crítico con los responsables del alto mando militar ruso y de la cúpula del Kremlin.

Desde su canal de Telegram suele realizar análisis pesimistas sobre el futuro de la guerra, lo que le ha puesto en el punto de mira de la cúpula del Kremlin, que lo ve como un activo tóxico dentro de la órbita ultranacionalista y militarista rusa.

comentarios
tracking