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Putin aniversario Stalingrado

El presidente Vladímir Putin durante la conmemoración del 80 aniversario de la batalla de StalingradoEFE

351 días de guerra en Ucrania

Un parlamentario leal a Putin advierte que los ultrapatriotas no descartan derrocarlo

Entre los miembros de Rusia Unida, partido de Putin, aumenta la preocupación por la pérdida de control sobre la influyente comunidad de blogueros militaristas

Altos mandatarios del Kremlin han perdido la paciencia con la comunidad de blogueros militaristas ultrapatrióticos que vierten toda clase de críticas en sus perfiles de Telegram contra los generales y políticos rusos por el modo en que están dirigiendo la guerra en Ucrania.

Los miembros de esta comunidad de radicales nacionalistas rusos han logrado importantes apoyos, como el del líder de Chechenia, Ramzán Kadirov, el fundador del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, o el expresidente ruso Dmitri Medvédev.

Entre sus figuras más insignes se encuentra el presentador de la televisión rusa Vladimir Solovyov –que hace poco pidió quemar Madrid–, la directora de Russia Today Margarita Simonyan, o el excomandante ruso y oficial del FSB Igor Girkin –que organizó y dirigió las milicias prorrusas de Donetsk en la guerra de 2014.

El hartazgo hacia esta comunidad, que por el momento cuenta con la protección del presidente ruso Vladímir Putin, ha llegado incluso a Rusia Unida, el partido gubernamental al que pertenece el mismo Putin.

El parlamentario ruso Oleg Matveychev, del partido de Putin, afirmó que «la situación aún no es muy crítica, pero 2023 será un año peligroso».

Se refería Matveychev a la posibilidad de que los más fervientes partidarios de la guerra en Ucrania, descontentos con los fracasos militares, puedan tratar de derrocar a Putin.

El parlamentario advirtió en una entrevista concedida a The Times que la élite dirigente rusa no será expulsada ni «por un Maidán liberal» –en referencia a la revolución con epicentro en la plaza del Maidán de Kiev que derrocó al presidente prorruso Viktor Yanukovich– ni por una revolución comunista.

«El único peligro para nuestro Estado es un Maidán ultrapatriótico con una ligera dosis de izquierdismo», advirtió. «El desencadenante podría ser cualquier cosa: un nuevo Izium o Balakliia (plazas donde Rusia ha sido recientemente derrotada en Ucrania), o la cuestión de la corrupción».

«La historia puede comenzar al grito de «¡vamos a las calles, echemos a Shoigu (el ministro de Defensa Sergei Shoigu) el ladrón!», añadió.

La referencia del parlamentario no es baladí: el ministro de Defensa Sergei Shoigu es una de las figuras más denostadas por los ultrapatriotas, que responsabilizan a su incompetencia de los reveses sufridos por las tropas rusas en la guerra.

Apunta a que los ultrapatriotas van a presentar un candidato alternativo a Putin. Tras la más que probable victoria de Putin, ese candidato alternativo acusaría al gobierno de falsificar los resultados y convocaría protestas ciudadanas «al estilo Maidán».

Sin embargo, como apunta el artículo de The Times, para lograr que una operación semejante triunfe en Rusia es fundamental contar con el respaldo de los jefes militares, dispuestos a romper la disciplina.

Los mismos jefes militares que un día sí y otro también deben sufrir los ataques, insultos y peticiones de purga por parte de los ultrapatriotas.

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