El Grupo Wagner intenta resurgir con una gran victoria en el este de Ucrania

Evgeny Nuzhi era un mercenario del Grupo Wagner reclutado en una cárcel rusa. El pasado mes de noviembre fue ejecutado por sus propios compañeros por desertar y tratar de rendirse al enemigo.

Los mercenarios del grupo fundado por el oligarca Yevgueni Prigozhin ataron su cabeza a un bloque de hormigón con cinta adhesiva y, a continuación, lo asesinaron a golpes en la cabeza con un gran mazo, el método habitual de los wagneristas para ejecutar a los traidores.

La imagen se grabó en vídeo y se difundió profusamente entre los canales de propaganda militaristas rusos para que sirva de advertencia a otros mercenarios con la tentación de desertar.

La escena se repitió en algún momento de la semana pasada. El mercenario, otro exconvicto, detenido cuando trataba desertar a los ucranianos, fue atado a un bloque de hormigón antes de que comenzaran a golpearle con el mazo.

Poco después se difundió otro vídeo en el que aparecía el reo vivo y aparentemente recuperado. Supuestamente, habría sobrevivido y sus comandantes habrían decidido perdonarle la vida gracias a la valiosa información que habría recopilado tras las líneas enemigas.

Todos estos vídeos, sin embargo, estarían generando el efecto contrario al buscado. Junto con las informaciones de las altísimas bajas sufridas por los mercenarios –cerca del 80 % de los reclutados en cárceles han muerto o han quedado brutalmente mutilados– y los testimonios de exmercenarios que hablan de la crueldad de los mandos contra sus propias tropas, están desincentivando el reclutamiento entre condenados rusos a prisión.

La campaña de reclutamiento en prisiones rusas comenzó el pasado verano y la inició el mismo Prigozhin en persona con promesas de indultos y nuevas vidas llenas de honor y gloria por el servicio a la patria que borrarían cualquier crimen que hubieran podido cometer en el pasado.

A finales del año 2022, informa el medio ruso independiente Mediazona, se realizó una nueva campaña de reclutamiento en las cárceles rusas por parte del Grupo Wagner.

En esta ocasión, los voluntarios que se presentaron para combatir en Ucrania fueron una cifra anecdótica.

Si entre septiembre y octubre de 2022 Wagner logró reclutar a 23.000 combatientes en cárceles rusas, entre noviembre y enero la cifra se redujo a 6.000.

Según Mediazona, los presos ya no se creen las promesas de Wagner. Pese a la censura, las noticias de las altas bajas sufridas por los mercenarios en el sitio de Soledar y Bakhmut –a las que acceden por medio de redes sociales y canales como Telegram– y las conversaciones telefónicas con combatientes reclutados en las cárceles, han convencido a los presos de que luchar con Wagner en Ucrania es un billete a la tumba.

Pero Wagner, ansioso por reclutar nuevos voluntarios que reemplacen las enormes pérdidas que sufren en el frente, cambió de estrategia.

Las promesas de perdón y honor han dejado paso a las amenazas de aumentar nuevos castigos penitenciarios y aumentar los años en prisión a aquellos presos que se nieguen a alistarse en Wagner.

Finalmente, el Grupo Wagner anunció que suspendía por completo las campañas de reclutamiento de prisioneros en las colonias penales rusas.

La CNN contactó con el entorno de Prigozhin para obtener una explicación a la cancelación de la campaña de reclutamiento.

Su respuesta, difundida en un vídeo en Telegram, estaba llena de sarcasmo: «Tenemos 10 millones de ciudadanos estadounidenses que han solicitado ingresar en el Grupo Wagner. Por eso hemos suspendido temporalmente el reclutamiento de voluntarios en las cárceles rusas».

El Institute for the Study of War (ISW), sin embargo, ofreció una explicación diferente. El Kremlin, donde las salidas de tono, amenazas y críticas de Prigozhin han causado un notable hartazgo, ha retirado al Grupo Wagner autorización para reclutar en las cárceles rusas.

El gran éxito de Wagner y de Prigozhin, la conquista de Soledar, habría marcado precisamente su declive.

Moscú habría esperado a que se culminara la campaña de Soledar para castigar al Wagner y devolver el protagonismo al Ejército regular ruso.

Los intentos de convertir Wagner en un ejército paralelo al Ejército regular ruso, para lo cual habría emprendido una agresiva campaña de desprestigio de las fuerzas armadas rusas, y el escándalo, intencionadamente filtrado, del suministro de comida caducada y podrida a las tropas rusas por parte de una de las empresas de catering del oligarca ruso, dio la puntilla a su influencia.

En el Kremlin se considera a Prigozhin como un bocazas. Sus insultos al alto mando militar ruso, a sus generales y a los políticos del Kremlin, a quienes tildó de inútiles e incompetentes, han cruzado muchas líneas rojas.

Para tratar de recuperar el favor perdido, Prigozhin probó a matizar sus críticas contra los generales rusos en una entrevista concedida al portal militarista ruso Wargonzo.

Negó que hubiera criticado a las fuerzas armadas rusas, y aseguró que sus críticas se malinterpretaron y que respondían a la frustración por los errores de coordinación cometidos en el campo de batalla.

Desde Soledar, los mercenarios Wagner están en primera línea de frente del asedio a la ciudad de Bakhmut y habrían tomado varios asentamientos al norte de la ciudad.

Prigozhin, tal vez fruto de la emoción por la victoria, volvió a las andadas y no dudó en contraponer el avance de los Wagner frente a la falta de iniciativa de las tropas regulares rusas: «En un radio de 50 kilómetros, más o menos, solo hay combatientes de Wagner y van a tomar Bakhmut».

Y mientras Prigozhin presume de haber logrado nuevos avances en Bakhmut, las tropas de élite de la infantería de marina rusa han vuelto a estrellarse frente a las defensas ucranianas.

Esta vez en la localidad de Vuhledar, donde un gran número de tropas rusas, tal vez una brigada de élite entera, ha sido aniquilada, según confirmó el ministerio de Defensa ucraniano.