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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, en un tren blindadoTwitter

356 días de guerra en Ucrania

Putin cambia el avión por el tren por miedo a un ataque ucraniano

El tren blindado elegido por el presidente ruso para sus viajes por el país cuenta con un dormitorio y una sala de conferencias

El diario opositor ruso Meduza informó ayer de la decisión del presidente ruso, Vladímir Putin, de reemplazar el medio aéreo por el terrestre a la hora de moverse dentro de la Federación Rusa.

El tren blindado se puso en funcionamiento a mediados de 2021, cuando las tropas rusas comenzaron a colocarse en la frontera con Ucrania.

Mientras los aviones se pueden rastrear mediante datos de vuelo como ADS-B Exchange, seguir los movimientos de los trenes de pasajeros es una tarea bastante más complicada.

A pesar de la similitud del tren de Putin con el resto de los trenes regulares, todos ellos pintados de gris y rojo, los vagones del primero están blindados y mantienen al presidente a salvo ante cualquier ataque ucraniano.

Este tren cuenta con un dormitorio y una sala de conferencias para que Putin se desplace lo más cómodo y rápido posible.

A pesar de que la existencia del ferrocarril blindado nunca ha sido un asunto secreto en el país, el servicio de prensa del Kremlin evitó la publicación oficial de fotos de su exterior para que no se pudiera distinguir del resto.

Unas imágenes bastante próximas al tren, obtenidas por Dossier Center, han sacado a la luz el logotipo y el sitio web de la empresa Grand Service Express, cuyo dueño es un empresario cercano a Putin.

También han resaltado más diferencias respecto al resto de trenes, como la presencia de antenas cubiertas o un vagón con un número de ventanas menor al habitual.

El diario ruso Komsomolskaya Pravda publicó en 2019 que la peculiaridad de este tren reside en que se compone desde cero antes de emprender un nuevo viaje, con los vagones blindados, algunos vagones ordinarios y las locomotoras.

El coste aproximado del tren blindado, que requiere de dos, o incluso tres locomotoras para entrar en funcionamiento, ronda los mil millones de rublos rusos, más de 12 millones y medio de euros al cambio.