Crisis diplomática
El presidente de Argelia admite que no existen avances diplomáticos con España y acusa a Sánchez de «actos hostiles»
Después de cinco meses sin pronunciarse, Abdelmadjid Tebboune insiste en que las relaciones con Madrid están «congeladas» y culpa a los dirigentes españoles de desatar la crisis diplomática
El cambio de postura del Ejecutivo de Pedro Sánchez sobre el conflicto del Sáhara Occidental y el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre la excolonia española sigue trayendo cola. El presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, y tras cinco meses sin pronunciarse al respecto, ha insistido en que no hay avances diplomáticos con España tras el «paso en falso» cometido por los dirigentes españoles.
El volantazo en política exterior de Sánchez supuso que Argelia suspendiera, el pasado mes de junio, el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación, en vigor desde el 2002. Asimismo, la Asociación Profesional de Bancos y Entidades Financieras (Abef) instó a todos los bancos del país norteafricano a paralizar las domiciliaciones para operaciones de comercio exterior de productos desde y hacia España, rompiendo todos los lazos con nuestro país.
El cambio de postura de España y sus consecuencias han servido para que Italia aproveche la oportunidad y pase a convertirse en el socio estratégico de Argel. «Las relaciones históricas entre Argelia e Italia no agradan a algunos países europeos», ha manifestado el presidente argelino, que ha asegurado que su país «es libre en sus relaciones internacionales y económicas y defiende sus intereses sin perjudicar los intereses de otros países».
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, viajó el pasado mes a Argel para garantizarse un suministro adicional de gas para Italia, además de impulsar la construcción de un nuevo gasoducto entre ambos países y poner fin así a la dependencia italiana de Rusia. Meloni ha conseguido presentar a su país como una alternativa a España para Argelia, aprovechando la crisis diplomática entre Argel y Madrid, desatada por el cambio de postura en torno al Sáhara Occidental.