Estados Unidos
El gobernador DeSantis toma el control de Disney World: «Hay un nuevo sheriff en la ciudad»
«Hoy, el reino corporativo llega a su fin. Hay un nuevo sheriff en la ciudad y la rendición de cuentas será la norma».
Con esas palabras, con reminiscencias a western de John Wayne, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó el decreto por el que se pone fin al estatus especial de Disney World en Orlando.
Hasta ahora, el inmenso parque temático de Disney contaba con una autonomía casi total respecto a las leyes y políticas del Estado de Florida, para lo cual se constituyó el Distrito Reedy Creek Improvement de Florida.
Durante 50 años, este estatus permitía a la compañía funcionar dentro de su Disney World con independencia del resultado en las elecciones democráticas a gobernador del Estado.
Con una extensión de 12.000 hectáreas, Disney World alberga cuatro grandes parques temáticos, dos parques acuáticos, 15 hoteles de lujo (entre ellos varios de la cadena Hilton y Four Seasons), dos campos de golf, decenas de restaurantes, tiendas y centros comerciales, además de centros de negocios, oficinas y platós de los estudios Disney.
Sin embargo, el enfrentamiento de la cúpula directiva de la compañía con el gobernador republicano llegó a raíz de un comunicado hecho público por Disney en donde rechazaban la ley impulsada por DeSantis para prohibir la propaganda lgtbi en los colegios del Estado.
La ley, bautizada por sus opositores como «ley no digas gay», impedirá que los menores de nueve años queden expuestos a la ideología de género en el ámbito educativo.
La oposición pública de Disney se interpretó en el Partido Republicano como un intento de influir en la política del Estado. DeSantis respondió prometiendo que privaría a Disney de su poder. Ahora lo ha cumplido.
«La situación, desde el punto de vista político, es básicamente indefendible. ¿Cómo le das a un parque temático su propio gobierno y luego tratas a todos los demás parques temáticos de forma diferente?», planteó DeSantis al abrir el melón de los privilegios de Disney World en Florida.
Con el nuevo decreto, no se deroga el Distrito Reedy Creek, sino que se le cambia de nombre y se somete sus actuaciones a la supervisión de una junta controlada por el Estado. La pérdida de la autonomía se produce, precisamente, cuando falta un mes para que Disney World celebre su 50 aniversario.
El Distrito Reedy Creek cuenta con un amplio poder de toma de decisiones, incluso con una capacidad pseudolegislativa. Su libertad de acción es tan grande que incluso recauda «impuestos» para poder pagar su deuda y sus servicios.
De esta manera, DeSantis desestima las críticas que afirmaban que la intervención estatal de los dominios de Disney World generaría unas cargas insoportables a las arcas del Estado al tener que hacerse cargo de los abultados gastos de infraestructuras de un territorio que debe acoger a 36 millones de visitantes ocasionales al año y que da empleo a 75.000 personas.
Con el nuevo decreto, Disney World deja de tener ventajas respecto a otros parques temáticos de Florida. Deberán someterse a las regulaciones estatales en materia de construcción, seguridad y prevención de incendios y accidentes laborales.
Según informó la BBC, la nueva junta nombrada por el Estado de Florida que supervisará el gobierno del Distrito Reedy Creek celebrará su primera reunión la semana que viene.