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Decenas de muertos en un accidente de tren en Grecia

Decenas de muertos en un accidente de tren en Grecia

Choque de trenes en Grecia

Grecia llora sus muertos y busca explicaciones al peor choque de trenes de su historia

El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, atribuye a un «error humano» el choque de trenes mientras los sindicatos denuncian el mal estado de la red ferroviaria

Grecia llora a sus muertos y se pregunta: ¿Cómo ha sido posible? El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, despejó cualquier duda y afirmó conmovido: «Todo demuestra que, lamentablemente, el drama se debe a un trágico error humano».

El jefe de la estación de la ciudad de Larissa, al norte del túnel donde los dos trenes chocaron de frente, había sido detenido horas antes. La Fiscalía le acusa de homicidios involuntarios, en plural porque al ritmo que van muriendo los heridos, finalmente, serán cerca de medio centenar de personas las que habrán perdido la vida.

El hombre que sufre la peor pesadilla de su vida también deberá escuchar en el banquillo que le hacen responsable de interferir peligrosamente en el tráfico ferroviario. Una orden mal dada, un despiste, una llamada inoportuna o cualquier otra circunstancia han convertido el resto de sus días en un infierno.

El maquinista de la línea regular de pasajeros mantenía la velocidad habitual de ese trayecto, muy alta porque las vías lo permitían. Estaba a unos 300 kilómetros de Atenas. Apenas había visto la luz al final del túnel que atravesaba en dirección a la capital griega cuando su horizonte se fundió en negro.

342 pasajeros viajan en los dos trenes que hoy son un amasijo de hierros

En total, según las informaciones oficiales, 342 pasajeros viajan en los dos trenes que hoy son un amasijo de hierros y 12 personas de tripulación se repartían las funciones asignadas por la empresa Hellenic Train. A ella pertenecen los dos trenes, pero el sistema de seguridad está operado por el Organismo de Ferrocarriles de Grecia (OSE), un ente estatal bajo la lupa de esta tragedia. Por eso, el primer ministro dijo lo que dijo y los sindicatos salieron al paso.

Nada funciona, todo se hace manualmente, estamos en modo manual en todo el eje Atenas-tesalónica. Los semáforos tampoco funcionan. Si lo hicieran, los conductores los verían en rojo y se detendrían a tiempoKostas Geridunias, presidente del sindicato de conductores de trenes de Grecia.

«Nada funciona, todo se hace manualmente, estamos en modo manual en todo el eje Atenas-tesalónica. Los semáforos tampoco funcionan. Si lo hicieran, los conductores los verían en rojo y se detendrían a tiempo», reflexionaba Kostas Geridunias, presidente del sindicato de conductores de trenes de Grecia.

El gremialista fue a la cadena de televisión privada ERT para alzar la voz en defensa del gremio y denunciar el lamentable estado de las infraestructuras ferroviarias.

El primer ministro no dudo en señalar el error humano y esa confirmación pública levantó ampollas entre los conductores de ferrocarriles. Los dos que chocaron de frente, esa madrugada maldita del miércoles, no podrán explicarse.

Vi llamas por todas partes, pedazos de metal de los vagones se habían derretidos y mucha gente perdió la vida. No tuvieron tiempo de salirTestimonio de un sobreviviente

Los drones que sobrevolaban la zona, recogían imágenes de fuegos pavorosos, vagones empotrados y restos humanos.

Lo que no se veía a vuelo de pájaro pero se supo después es que había decenas de personas atrapadas. «No podía creer las imágenes que vi apenas bajé del vagón... Eran trágicas. Vi llamas por todas partes, pedazos de metal de los vagones se habían derretidos y mucha gente perdió la vida. No tuvieron tiempo de salir», describía un pasajero que lo puede contar a la agencia oficial griega AMNA, difundidas por Efe.

Centener y medio de bomberos trataban de sofocar las llamas y enfriar esos hierros incandescentes

Centener y medio de bomberos trataban de sofocar las llamas y enfriar esos hierros incandescentes. 17 vehículos especiales y cuatro grúas trabajaron contra reloj para tratar de rescatar a los que seguían con vida y no podían escapar. La cifra de muertos ya alcanzaba 38.

Muestras de ADN

Los equipos de forenses recopilaron los restos y pidieron a los familiares de los pasajeros muertos o desaparecidos que faciliten muestras de ADN para poder identificar a las víctimas mortales. Demasiados cuerpos calcinados o quizás pocos para tratarse de la mayor tragedia de la historia de Grecia y una de las más graves de la última década en Europa.

En España la memoria rescataba del recuerdo trágico el descarrilamiento del Alvia. 80 muertos y 145 heridos fue el balance final de aquel descarrilamiento del tren en la curva maldita de A Grandeira aquel 24 de julio de 2013. En Grecia a partir de hoy su pesadilla será otra, la de los dos trenes que chocaron de frente en el corazón de un valle a la salida del túnel. Otra pesadilla eterna.

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