El Cártel del Golfo entrega a los supuestos responsables del secuestro de cuatro estadounidenses

En la ciudad fronteriza de Matamoros, al norte de México, un grupo de traficantes armados secuestró y agredió a cuatro estadounidenses. Una semana más tarde de lo sucedido, el Cártel del Golfo entregó a cinco miembros presuntamente culpables del secuestro y posterior asesinato.

No se descarta que el secuestro de los cuatro estadounidenses en la ciudad fronteriza pudiera estar relacionado con operaciones de narcotráfico que las víctimas estuvieran realizando en territorio mexicano, pues tres de ellos tienen antecedentes penales relacionados con el tráfico, venta y consumo de drogas, así como portación de armas de fuego.

De momento se desconoce qué ha sucedido con los cinco supuestos implicados entregados por el cártel. Mientras, continúan buscando a más presuntos implicados en los hechos, ya que hasta el momento tan solo hay un detenido, José Guadalupe «N», de 23 años, que realizaba labores de vigilancia en la casa de madera en la que fueron encontradas las víctimas.

De las cuatro víctimas solo han sobrevivido dos y ya han sido trasladadas de urgencia al hospital. Los cuerpos de los dos fallecidos en el secuestro, Shaeed Woodard y Zindell Brown, fueron entregados a las autoridades diplomáticas estadounidenses el jueves después de someterse a un examen forense, confirmó el fiscal general de Tamaulipas, Irving Barrios, en un tuit.

Después de lo ocurrido, el cártel se disculpó con una carta escrita a mano a «la sociedad de Matamoros, los familiares de la señora Areli y el pueblo y las familias estadounidenses afectadas», refiriéndose a una mujer mexicana que fue asesinada por una bala perdida.

El caso ha elevado la presión en Washington para que México actúe contra los cárteles de la droga. Los legisladores republicanos han pedido que se designen a los cárteles como organizaciones terroristas y señalaron sus planes para presentar una legislación que permita que el Ejército de los EE. UU. opere en México, algo que el presidente Andrés Manuel López Obrador tachó este jueves de «ofensa» e «intervencionismo».