Colombia
La Policía colombiana descubre el cuerpo sin vida de «Siopas», cabecilla del Clan del Golfo
La muerte del jefe de la organización criminal era una hipótesis que tomaba fuerza con el paso de los días, pero las autoridades no tenían forma de confirmarla
Medios colombianos confirman que el cuerpo sin vida de Wilmer Antonio Giraldo, alias «Siopas», fue encontrado el miércoles día 1, a tres kilómetros del casco urbano de Dabeiba, Antioquia, en el occidente de Colombia.
Según fuentes de inteligencia del país, el cuerpo, que presentaba varios disparos, fue lanzado desde un vehículo y abandonado en mitad de la carretera que une las localidades de Dabeiba y Urumita .
Otoniel fue capturado en 2021 por el ejército de Colombia y extraditado a Estados Unidos.
El asesinato respondería a un ajuste de cuentas interno en el Clan del Golfo, que coincide con las negociaciones en curso de la denominada Paz Total, que convierte la búsqueda de la paz en una política de Estado.
El Gobierno de Gustavo Petro solicitó una orden de busca y captura emitida por la Fiscalía el pasado 10 de febrero contra los máximos cabecillas de la organización criminal por el delito de instrumentalizar menores de edad para la comisión de conductas delictivas.
La hipótesis de un ajuste de cuentas interno dentro de la organización responde al reacomodo de poderes entre facciones del clan.
Tras la extradición de Otoniel, el liderazgo del clan se repartía entre Siopas y Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias «Chiquito Malo», que carga con un largo historial de delincuencia.
Según medios de comunicación estatales, la versión sobre el asesinato con más peso se basa en la suposición de que el cabecilla planeaba una fuga con armas, dinero y hombres para formar un nuevo grupo. «Chiquito Malo» lo habría citado con la excusa de limar asperezas y le habría tendido una trampa.
Siopas era especialista en el manejo de explosivos. Tras militar en el grupo guerrillero Frente 5 de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), el cabecilla se pasó al grupo paramilitar conocido como Urabeños, germen del Clan del Golfo.
El Gobierno colombiano ofrecía una recompensa de 5.000 millones de pesos colombianos –9 millones de euros– por cualquier tipo de información que permitiera su captura.