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Captura de un vídeo de Boko HaramAFP

Nigeria

Continúa la lucha entre yihadistas de Boko Haram y Estado Islámico por la supremacía en Nigeria

Con más de 40.000 muertos y dos millones de desplazados desde el inicio de la rebelión de Boko Haram, el nuevo presidente, Bola Tinubu, prometió el reclutamiento masivo de soldados y policías

Los dos principales grupos yihadistas en Nigeria se han enfrentado durante las últimas semanas en sangrientos combates por la supremacía en su bastión del noreste, según fuerzas de seguridad y habitantes.

Según la agencia Afp, una insurrección yihadista afecta desde hace 14 años al Estado de Borno –al noroeste del país–, donde los grupos Boko Haram y Estado Islámico en África Occidental (ISWAP) controlan partes del territorio e incrementan los ataques.

En las últimas semanas, los combates se intensificaron, causando centenares de muertos, especialmente en las ciudades de Gerere y Juma'a Toro, cerca de la frontera con Níger.

«Sabemos de la existencia de combates entre terroristas, lo que es bueno para nosotros, y vigilamos cómo evoluciona», explica a la Afp una fuente de inteligencia nigeriana.

«Es difícil dar un balance de pérdidas en los dos bandos, pero las cifras son enormes. Se habla de 200 muertos sólo en Juma'a Toro», añadió la misma fuente.

Pescadores en los islotes del lago Chad afirman escuchar detonaciones y disparos constantemente procedentes de estas dos localidades.

«Los combates son muy intensos. Se escuchan fuertes explosiones (...), especialmente en la noche», explicó Abubakar Alka, uno de los pescadores.

«Según los pocos datos que recibimos, los combates podrían prolongarse en el tiempo, puesto que Boko Haram suministra armas desde su enclave del lado nigerino del lago», agregó Alka.

El lago Chad: un punto estratégico

La cuenca del lago Chad, que tiene riberas entre Nigeria, Níger, Camerún y Chad, es una vasta superficie de agua, islotes y pantanos, donde Boko Haram y el ISWAP instalaron sus guaridas.

Los recientes enfrentamientos se iniciaron el 19 de febrero cuando combatientes de Boko Haram asaltaron campamentos del ISWAP en Tumbun Gini y Kayowa.

Abubakar Kannai, alto comandante de Boko Haram, ayudado por dos lugartenientes, dio la orden de asaltar dos islotes controlados por el ISWAP. Los combatientes a su cargo lograron irrumpir en una cárcel y liberaron a varios detenidos y rehenes.

«Los enfrentamientos duraron del alba hasta la tarde y forzaron al ISWAP a abandonar el lugar», declaró otro pescador que pidió el anonimato.

Los hombres de Boko Haram «prometieron recuperar todos los islotes que, según ellos, les pertenecían antes de ser tomados por el ISWAP», explicó.

En represalia, el ISWAP lanzó ataques contra los campamentos de Boko Haram cerca del bosque de Sambisa –bastión conocido de los yihadistas– y logró matar a varias personas, según Ibrahim Liman, Jefe de milicia local.

Tensiones previas a las primarias

El 24 de febrero, víspera de las elecciones presidenciales, un grupo de combatientes de Boko Haram huyó. Este éxodo repentino fue el desencadenante de la rendición de centenares de ellos y de sus familias, declaró Liman.

El ejército nigerino anunció que la semana pasada terminó con la vida de «una treintena de terroristas» de Boko Haram y detuvo a 960 personas, entre ellas mujeres y niños.

El ISWAP se convirtió en el grupo dominante en la región después de asesinar al jefe histórico de Boko Haram, Abubakar Shekau, en mayo de 2021. Por temor a ser ejecutados, algunos combatientes del grupo terrorista ingresaron en el bando rival. El resto se entregó o escapó.

Bola Tinubu, el nuevo presidente del país más poblado de África, prometió el reclutamiento masivo de soldados y policías.

Pero los expertos temen que, sin una nueva estrategia y reforma de las fuerzas de seguridad, el estancamiento y la violencia continuarán en el noreste.

Según la ONU, el conflicto ha causado más de 40.000 muertos y dos millones de desplazados desde el inicio de la rebelión de Boko Haram en 2009.