Francia continúa retando a Macron en una nueva jornada de protestas

Francia vive la mayor crisis que se recuerda en la última década desde la de los «Chalecos Amarillos» en el año 2018. Por tercer día consecutivo la sociedad francesa ha salido a la calle en una nueva jornada de protestas contra la reforma de las pensiones, aprobada por Emmanuel Macron por decreto y sin contar con el apoyo de la Asamblea Nacional –donde no tenía asegurada la mayoría absoluta necesaria–.

De nuevo, la quema de contenedores, cargas policiales y destrozos en el mobiliario urbano ha sido lo más destacado de las últimas horas en varias de las principales ciudades del país. Los mayores altercados han tenido lugar en Burdeos y París, donde se ha acusado al ejecutivo de Macron de «autoritarismo».

La tensión y el descontento de la sociedad francesa ha ido in crescendo en las últimas horas tras la prohibición gubernamental de manifestarse en la histórica plaza parisina de la Concordia, ubicación de las principales protestas de los últimos días.

Una prohibición que no ha diezmado las reivindicaciones de centenares de parisinos, que trasladaron el centro de las protestas a la Place d'Italie, situada al sur de París. Allí, se mezclaron militantes sindicales y de partidos de izquierdas.

Cerca de dos horas después del inicio de la marcha comenzaron los altercados, que acabaron con cargas policiales.

Y no sólo se han visto estas escenas en las grandes urbes, la oleada de protestas contra Emmanuel Macron se extendió este sábado prácticamente en todo el país, incluso en ciudades medianas y pequeñas.

Más de 300 detenidos

Esta tercera jornada de protestas se saldaba, al menos, con 71 personas detenidas en la capital francesa.

Se estima que en tan sólo tres días, las fuerzas gubernamentales han procedido a la detención de más de 300 personas en todo el país.