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Fotografía de un cartel que muestra una imagen de la joven kurda Mahsa Amini, durante una manifestación

Fotografía de un cartel que muestra una imagen de la joven kurda Mahsa Amini, durante una manifestaciónEFE

República Islámica

La ONU acusa a Irán de crímenes contra la humanidad por la brutal represión de las protestas

El relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en la República Islámica confirmó que Mahsa Amini murió a causa de los golpes de la Policía de la Moral

El relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Irán, Javaid Rehman, confirmó un secreto a voces. La muerte de la joven kurda Mahsa Amini, el pasado mes de septiembre, se debió a las palizas de la Policía de la Moral. Las autoridades iraníes arrestaron a la joven por, supuestamente, llevar mal puesto el velo islámico.

Tres días después del arresto, Amini entró en coma y falleció. Una desgracia que despertó la conciencia de los iraníes. En su mayoría mujeres salieron a las calles de todo Irán para gritar «¡Mujer, vida, libertad!». Una consigna que se ha repetido durante cinco meses y que la República Islámica ha reprimido con la mayor brutalidad posible.

El relator de Naciones Unidas ha ido un paso más allá y apunta a la posible comisión de crímenes internacionales, «en particular los crímenes de lesa humanidad de asesinato, encarcelamiento, desapariciones forzadas, tortura, violación y violencia sexual, y persecución», especificó.

«Los manifestantes, incluidos niños, ha sido golpeados hasta la muerte», dijo Rehman, y agregó que «al menos 527 personas, incluidos 71 niños, murieron y cientos de manifestantes resultaron gravemente heridos».

Además, resaltó que decenas de manifestantes «han perdido los ojos debido a los disparos directos en la cabeza», mientras que los médicos iraníes han informado de que las mujeres y niñas que participaban en las manifestaciones «han sido atacadas con escopetas en la cara, los senos y los genitales».

Una reciente investigación de Amnistía Internacional ha revelado que los menores, detenidos en el marco de las protestas, han sufrido torturas, humillaciones e incluso agresiones sexuales en las cárceles de Irán. «Los niños liberados han descrito amenazas de violación, flagelaciones, administración de descargas eléctricas y cómo se les mantuvo la cabeza bajo el agua», subrayó.

Asimismo, Rehman hizo referencia al envenenamiento de niñas en las escuelas de todo Irán, así como por la persecución y la discriminación contra minorías étnicas y religiosas en el país, particularmente de las comunidades kurda, baluchí y bahaí.

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