Irán
El retorno de las protestas en Irán y el homenaje a las víctimas del régimen
Numerosos vídeos difundidos en Internet en los últimos muestran cómo las multitudinarias revueltas iraníes se han reactivado por las calles de las principales ciudades del país después de unas semanas en que la intensidad de las protestas había disminuido.
Estas nuevas manifestaciones son la continuación de los disturbios iniciales causados por la detención y posterior muerte de Mahsa Amini, la joven de 22 años que fue arrestada y torturada por la policía islámica por no llevar su hiyab de forma «adecuada».
Las mujeres, que hoy se alzan en las calles sin el velo, se han convertido en un símbolo de lucha en el país a pesar del todavía notable miedo hacia el régimen.
Esta situación se ha convertido en uno de los desafíos más grandes para la teocracia iraní desde la Revolución Islámica de 1979.
La represión sobre los manifestantes y las posteriores ejecuciones consiguió ralentizar durante las últimas semanas los disturbios, que cargan ya a sus espaldas con un total de 539 muertos, según activistas de derechos humanos en Irán.
A pesar de que el gobierno iraní no ofrece cifras concretas de las víctimas, ha reconocido que solo en el transcurso de febrero se han realizado «decenas miles» de detenciones. El número de detenidos ronda ya los 19.700 desde que comenzaron las protestas en septiembre del año pasado.
Los medios de comunicación estatales iraníes intentaron también «esconder» las protestas en un principio, hasta que la difusión de vídeos en internet hizo de esta tarea algo prácticamente imposible.
La Organización Hengaw para los Derechos Humanos fue la encargada de difundir una serie de vídeos en los que se podían apreciar barricadas e incendios en la ciudad de Sanandaj, capital de la provincia iraní del Kurdistán.
En uno de los vídeos compartidos por la organización se pueden apreciar de fondo los gritos de «¡Muerte al dictador», entre otros cánticos similares, dirigidos al líder de Irán, el ayatolá Ali Jamenei.
Entre este caos de manifestantes y fuerzas policiales armadas, las conmemoraciones a las muertes causadas por el régimen ayatolá se han convertido en algo habitual tanto en Irán como en todo Oriente Próximo.