Argelia arremete contra Sánchez por su postura «individual» y «sesgada» con respecto al Sáhara

el presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, no oculta su malestar con España por el cambio de postura en torno al Sáhara Occidental. Las relaciones entre nuestro país y Argelia se rompieron tras el reconocimiento de Pedro Sánchez de la soberanía marroquí sobre la antigua colonia española.

Argel, fiel aliado del Frente Polisario y defensor de la causa saharaui, criticó la decisión del Ejecutivo español y ordenó la ruptura del tratado de amistad el pasado mes de junio. Casi un año después no ha habido ningún tipo de acercamiento. Así las cosas, Tebboune acusó a Sánchez de tomar una decisión de manera «individual y sesgada».

Aunque aseguró que «los intercambios comerciales entre Argelia y España continúan y la mayoría la llevan a cabo sectores privados en ambos países». Aun así, los datos facilitados por el Gobierno español, citados por Efe, reflejan que las importaciones desde Argelia de bienes españoles han registrado una caída interanual de hasta el 93 %.

Tebboune también se refirió a su vecino Marruecos y confesó que las relaciones han llegado a «un punto de no retorno». La posición de Madrid fue aplaudida por el Gobierno marroquí, sin embargo desencadenó fuertes críticas del Frente Polisario, que sostiene que esta vía «no beneficia a la paz y la estabilidad» en la región.

Argelia y España viven una inédita crisis diplomática que el pasado sábado cumplió un año de distanciamiento a causa del giro de España. Las repercusiones de esta crisis continúan hoy con el agravante del bloqueo comercial.

Según datos datos del Ministerio de Comercio facilitados a Efe, la mala relación entre los países ha supuesto una estrepitosa caída de las exportaciones españolas hacia Argelia valoradas en hasta 6.575 millones de euros este año, con lo que el comercio con ese país supone ahora el cuarto mayor déficit bilateral de España.

Un vacío que ha conseguido suplir Italia. Tebboune calificó las relaciones con Roma de «estratégicas, históricas y muy sólidas, remontándose a la época de la Guerra de Liberación», y señaló que el acuerdo energético con Italia «cubre electricidad, gas e hidrógeno».