Fundado en 1910

Recreación del Nord Stream

396 días de guerra en Ucrania

Un informe demuestra que Rusia estaba en el centro de la escena del sabotaje al Nord Stream

Un grupo de expertos da a conocer una investigación, con datos de fuente abierta, que demuestra la presencia de un convoy ruso merodeando el lugar exacto del atentado

El 26 de septiembre pasado una serie de explosiones dejaban inutilizado el gasoducto Nord Stream. Tres de los cuatro cilindros submarinos que transportaban el gas desde Rusia a Europa quedaron dañados.

El atentado supuso un corte inmediato del suministro y desató todo tipo de especulaciones sobre quiénes eran los autores del mismo. Las primeras miradas se fijaron en el Kremlin, pero otros apuntaban a grupos pro Ucrania y hasta a Estados Unidos. Hoy, parece que la duda ha quedado despejada y el dedo acusador vuelve a apuntar a Vladimir Putin.

En concreto, los movimientos, según informaciones satelitales, se produjeron cinco días antes de que las aguas próximas al la isla danesa de Bornholm, donde se produjo el sabotaje del gasoducto, se sacudieran como si hubiera entrado en erupción un volcán submarino.

El convoy ruso lo formaban una fragata y una corbeta, dos remolcadores de rescate, un buque de vigilancia clase alpinista y un buque de rescate submarino SS-750, con una grúa y un minisubmarino

Un grupo de investigadores independientes ha realizado el informe donde dan cuenta de la presencia y actividad inusual de una patrullera danesa y de un buque de guerra sueco que habrían detectado y perseguido al mencionado convoy ruso.

Éste sería un AS-26 que lleva incorporado un vehículo de rescate de inmersión profunda de la clase priz que puede operar hasta a 1.000 metros de profundidad y además dispone de dos brazos para operar a control remoto con resistencia para levantar cargas de hasta 50 kilos... Curiosamente, los tubos del gasoducto se encuentran a 80 metros de profundidad.

Johannes Riber, capitán de la Armada danesa y analista militar, reflexiona: «tendría todo el sentido usar algo como el AS-26 ara realizar este tipo de ataque». La misma idea parece imponerse ahora que se conocen estos informes, de fuente abierta.

De acuerdo a los registros, los datos de las embarcaciones rusas se interrumpen en torno a las 14.00 del 21 de septiembre. La explicación que dan los expertos es que los barcos rusos, deliberadamente, apagaron sus sistemas de identificación electrónica para no ser detectados.

La CIA

Este informe parecería echar por tierra con datos las versiones que atribuían a grupos ucranianos y a la CIA el sabotaje. Seymour Hersh, periodista de investigación estadounidenses había defendido la tesis de que el ataque había sido obra de la CIA. Su tesis le vino a Putin como un guante y le permitió declarar que «estaba totalmente de acuerdo» con su tesis.

Las versiones se sucedieron y en la última etapa había adquirido cierto peso esa hipótesis de que la CIA estaría detrás del ataque que puso a la Federación Rusa en el centro de las críticas.

Moscú aprovechó ese escenario y se defendió con el argumento de que no sacaba ninguna rentabilidad por el sabotaje, pero lo cierto es que el incidente le permitió cerrar el grifo del gas sin romper sus compromisos contractuales. Alemania necesito con urgencia la asistencia de sus socios, incluida España, para poder afrontar el duro invierno que se avecinaba.

Este informe vuelve a colocar a Rusia en el centro de la escena del sabotaje al Nord Stream.