«El indigenismo está envenenando el mestizaje en Hispanoamérica»

La existencia de un enfrentamiento racial o étnico en Hispanoamérica era impensable hasta hace unos años, pero la izquierda radical busca la balcanización de la región para dividir y perdurar en el poder.

Durante el Congreso Internacional de Víctimas del Comunismo que se realiza en el campus del CEU en Madrid, diferentes voces de Hispanoamérica analizaron la relación entre indigenismo y populismo para luego exponer los riesgos para la paz y la estabilidad de la región.

Con este propósito, compartieron mesa redonda Victoria Villarruel, diputada de Argentina por el Partido Demócrata Nacional; Pedro Urruchurtu, politólogo y profesor universitario en Venezuela; Rosa María Payá, fundadora de la iniciativa «Cuba Decide» y Francisco Tudela, exministro de Exteriores de Perú y víctima del terrorismo del MRTA.

Villarruel señaló que en el caso argentino «las reclamaciones no son por asuntos históricos, sino por el control de los ricos recursos naturales en la Patagonia» tras recordar que «los asentamientos mapuches son posteriores a la independencia y la redacción de la primera Constitución nacional y que los mapuches son el principal grupo aborigen de Chile, no de Argentina».

Sin embargo, para la diputada opositora argentina, «el indigenismo, que determina por sangre la propiedad de la tierra y el acceso a cargos públicos por etnia y no por voto, está siendo patrocinado por el Foro de Sao Paulo y está envenenando el mestizaje en Hispanoamérica».

Según Villarruel, se trata de una «causa separatista para la creación de un Estado mapuche en gran parte de los actuales territorios de Chile y Argentina». No obstante, la política argentina reconoce que «el conflicto de la Araucanía chilena está mucho más avanzado pues ahí hay dos millones de mapuches mientras que en Argentina tan sólo dos mil».

Finalmente, Villarruel señaló que en medio de los embates de la izquierda que «usurpa tierras, realiza cortes de carreteras e incendia los bosques hay que dar la batalla para preservar para las nuevas generaciones unas naciones libres y soberanas».

«Un proyecto continental»

Por su parte, Pedro Urruchurtu advirtió que «no podemos entender lo que pasa en la región si no partimos de un proyecto continental impulsado por el Foro de Sao Paulo con el objetivo de preservar el poder».

«Es un proyecto de dominación usando la democracia para destruirla desde adentro» agregó el politólogo y profesor venezolano al tiempo que señalo que el indigenismo es «un fenómeno identitario, donde el individuo solo existe si se somete al colectivo que a la vez está dominado por los dirigentes de la izquierda».

Para Urruchurtu, en el caso de Venezuela, el chavismo «infiltra todas las causas justas con actores que poco tienen que ver con esas causas para luego manipular violentamente desde adentro y así controlarlos».

«Las minorías indígenas siempre han sido reconocidas, pero el propio Estado les condena al olvido y emprende una violación sistemática de sus derecho» concluyó Urruchurtu.

«Proceso de réplica descarado»

Para Rosa María Payá, fundadora de la iniciativa Cuba Decide, «los niveles de impunidad del castrismo han envalentonado a otros líderes del continente» promoviendo «un proceso de réplica descarado» en Hispanoamérica.

Payá recordó a su padre Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano de Liberación, quien antes de morir en 2012, «se dedicó a recuperar la libertad de Cuba usando las reglas del propio sistema para vencer al sistema, pero el régimen reformó las reglas para cerrar todas las alternativas».

Llegue como llegue, la izquierda siempre se queda en el poder por la fuerzaRosa María PayáFundadora de la iniciativa Cuba Decide

La opositora cubana denunció a la dictadura castrista como una «maquinaria de propaganda que miente» y como «la responsable de la creación de guerrillas como las FARC y el ELN» mientras Gustavo Petro, presidente de Colombia, «dice que Cuba es una bróker [intermediario] de la paz».

Para Payá, «las víctimas del comunismo muchas veces también son víctimas del terrorismo» y recordó unos de los objetivos manifiestos del Foro de Sao Paulo que establece que «para preservar el poder y los espacios conquistados, todas las formas de luchas son válidas lo que demuestra que la izquierda jamás ha renunciado al terrorismo y la violencia».

«Socialismo y comunismo es lo mismo»

Por su parte, Francisco Tudela, exministro de Exteriores de Perú secuestrado por el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), «no hay otro sistema que logre el poder total para imponer su dominio sobre la sociedad, como el comunista».

Tudela, un superviviente del secuestro masivo en la embajada de Japón en Lima en 1996, «socialismo y comunismo es lo mismo» pues «a pesar de la diferencia aparente el objetivo final es exactamente lo mismo como lo creía Lenin: la violencia y el terror para imponer el comunismo».

El exdiplomático puso como ejemplo lo dicho por Francisco Largo Caballero cuando dijo que «el camino del PSOE es el de Moscú» dejando claro que «el terror es inherente al comunismo».

Recordando los cuatros meses que duró su secuestro, Tudela señaló que sus secuestradores «buscaban aterrorizar a la sociedad por interpósita persona de los rehenes y sitiar al Gobierno» y lamentó que historias como la suya queden en el olvido ante «la cultura de la cancelación que busca anular la experiencia de las víctimas del terrorismo».