El Título 42, la norma que permitía la expulsión en caliente de inmigrantes, ya es historia en EE.UU.
Tras su eliminación miles de inmigrantes esperaban entre la valla que les separaba del país estadounidense y el río Bravo, a unos 15 kilómetros al este de la localidad de El Paso
El Título 42 –la norma estadounidense que permitía la expulsión en caliente de migrantes por motivos de salud pública– ha llegado a su fin.
Tras su eliminación –a las 21:59 hora local– miles de migrantes esperaban, con esperanza, entre la valla que les separaba del país estadounidense y el río Bravo, a unos 15 kilómetros al este de la localidad de El Paso, en Texas.
Horas antes, a las 15:15 hora local, los agentes fronterizos comenzaron a trasladar a aquellos migrantes más vulnerables, que eran trasladados en autobuses y furgonetas a los centros gestionados por las distintas autoridades. El propio agente de la Patrulla Fronteriza, Raúl Ortiz, aclaró que la operación de traslado de los miles de migrantes agolpados en la frontera se prolongaría al menos 24 horas más.
48 horas de tensión
Todo esto después de dos días en los que la Patrulla Fronteriza ha detenido a 2.500 refugiados que se agolpaban en al menos dos puertas de la valla fronteriza entre México y Estados Unidos
Después de vaciar la zona en la que se encontraban, entre la muralla de cinco metros y medio y el río Bravo, todavía territorio estadounidense, procedieron a limpiarla de plásticos y otros restos que habían dejado los migrantes.
Los detenidos tendrán que ser procesados por la Patrulla Fronteriza que decidirá si pueden comenzar el proceso de solicitud de asilo o si los expulsa.
Y ahora... ¿qué?
A partir de este momento, a aquellos migrantes que ingresen en Estados Unidos se les aplicará el Título 8. Se trata de una que históricamente ha regido la migración en Estados Unidos. Además, el Gobierno del presidente Joe Biden ha anunciado nuevas medidas que restringen el acceso a la solicitud de asilo en la frontera con México.
Estas nuevas medidas consideran «no aptos» para solicitar asilo a los migrantes que crucen de manera irregular la frontera y que no hayan pedido protección en un tercer país durante su travesía hacia EE.UU.
Disuasión
Paralelamente, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) acaba de lanzar una campaña publicitaria para persuadir a los migrantes latinoamericanos que huyen de sus países de que no entren en Estados Unidos.
«No hagas caso a lo que dicen los contrabandistas: infórmate sobre el sistema de inmigración de EE.UU.», asegura un mensaje del DHS en su página de Twitter.
Este departamento de seguridad precisó que la campaña se llevará a cabo en países como Honduras, El Salvador, Guatemala, Ecuador y Colombia, y también se difundirán los mensajes «a lo largo de la ruta migratoria y en las plataformas de redes sociales más populares entre los migrantes».
Sobre otra fotografía, pero esta vez de una patrulla fronteriza, esta impresa la frase: «Las leyes migratorias de Estados Unidos siguen vigentes. Cruzar ilegalmente es un delito».
En otra instantánea de dos migrantes siendo subidos a un avión para ser deportados se lee: «Cruzar ilegalmente es un delito: Tiene consecuencias».
«Estas consecuencias incluyen la deportación, una prohibición de reingreso de 5 años y el enjuiciamiento de infractores reincidentes», continúa el mensaje, antes de advertir de que «aquellos que no sigan la vía legal para ingresar en EE. UU. podrán ser considerados como ilegibles para asilo».
Asimismo, en los últimos tres días, agentes fronterizos intimidaron y persuadieron a cientos de refugiados indocumentados que se encontraban acampados en torno a la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en el centro de El Paso, para que se entregaran voluntariamente a las autoridades si no querían ser detenidos a la fuerza.
De igual manera, desde el sector más ultraconservador del Partido Republicano se ha propagado la información de que el levantamiento del Título 42 supone, en la práctica, una política de puertas abiertas a la migración.