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El sospechoso, Christian Brueckner, y Madeleine McCann, que desapareció en 2007

El sospechoso, Christian Brueckner, y Madeleine McCann, que desapareció en 2007AFP

«El mundo cree que maté a Maddie. No lo hice»: afirma el sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann

Christian Brueckner está acusado de otros delitos por agresión sexual, pero está previsto que salga de prisión en 2026

16 años después, la desaparición de Madeleine McCann vuelve a ocupar los titulares de la prensa internacional. La semana pasada, en un operación conjunta entre la Policía portuguesa, alemana y británica, se volvió a realizar una búsqueda en el embalse de Barragem do Arade, a unos 50 kilómetros de donde desapareció la menor en mayo de 2007.

El operativo, que estaba previsto que finalizara el pasado miércoles, se alargó durante un día más tras el descubrimiento de una «pista relevante», según revelaron medios locales. La presa de Arada ha vuelto a ser objetivo de las pesquisas. Esta zona ya fue rastreada en 2008 por investigadores privados sin éxito. Pero, con el avance de la tecnología, el fiscal alemán, encargado de la investigación, Christian Wolters, insistió en la búsqueda.

Nuevos indicios sitúan a Christian Brueckner, principal sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann, en la zona, instantes después de que desapareciera del complejo vacaciones en Praia da Luz, donde la familia McCann estaba disfrutando de unos días de descanso. Tras la reapertura del caso, Brueckner, que se encuentra en un cárcel alemana acusado de otros delitos de agresión sexual, ha iniciado una campaña para intentar convencer al mundo de su inocencia.

Brueckner, de 45 años, ha enviado una serie de cartas a las medios de comunicación, desde prisión, para intentar cambiar su imagen mediática. Una de las cartas fue escrita antes, incluso, de que se iniciara la búsqueda. El escrito ha sido analizado por la grafóloga Tracey Trussell, en el diario británico Daily Mail. Trussell afirma que los trazos indican que Brueckner está «distorsionado, engañado» y que sus «puntos de vista fantásticos son constantes, inmutables».

La experta explica que sus letras muestran a alguien que intenta «mandar y controlar» y añadió que el «largo trazo final de la letra S reclinada simboliza a alguien que sufre sentimientos de culpa«. En las cartas, Brueckner insiste en su inocencia, a pesar de que los investigadores afirman tener «pruebas concretas» de que él fue el responsable de la muerte de Madeleine.

«Nunca podréis imaginar lo que se siente cuando todo el mundo cree que eres un asesino de niños y no lo eres», se lamenta Brueckner. El sospechoso continúa su relato, contradiciendo al fiscal y a los principales investigadores. «Hace tiempo me dijeron que la fiscalía cerraba el caso Maddie porque no hay ni la más mínima prueba. Nunca habrá juicio», replica.

El tema principal de sus cartas, todas ellas escritas en un inglés casi perfecto, es subrayar cómo está siendo «perseguido» por los fiscales, e incluso les acusa de «incriminarle». En la última de ellas, Brueckner –cuya puesta en libertad está prevista para 2026– hace acusaciones sexuales sobre miembros clave del equipo de investigación.

Brueckner termina su escrito quejándose una vez más de ser el chivo expiatorio de la Oficina Federal de Investigación Criminal alemana (BKA), a la que acusa de errores en su caso, pero sigue firmemente convencido de que el tiempo demostrará su inocencia.

Pero Brueckner ya tiene demasiados antecedentes. En 2019, fue encarcelado durante siete años en Alemania por violar a una mujer estadounidense de 72 años, en su casa en 2005 en Praia da Luz, en la costa portuguesa del Algarve, cerca del complejo vacacional de donde desapareció Madeleine dos años después.

Fue condenado tras hallarse su ADN en el lugar de los hechos, pero él insiste en que le tendieron una trampa y, aunque en una carta anterior admite haber «cometido errores» en su vida, niega haber «violado o torturado a nadie».

Los fiscales alemanes le acusan de al menos tres violaciones en el Algarve y de una serie de exhibicionismos ante menores de la zona entre diciembre de 2000 y junio de 2017.

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