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Los talibanes decretan el cierre de las peluquerías en un nuevo recorte de libertades en AfganistánEFE

Afganistán

Los talibanes decretan el cierre de las peluquerías en un nuevo recorte de libertades en Afganistán

  • El 25 de julio es la fecha límite para la extinción de los salones de belleza del país, que una vez pasado este plazo serán ilegales

  • Ser niña entre talibanes

Ala lista interminable de prohibiciones que los talibanes están imponiendo en Afganistán se ha añadido una nueva medida: el cierre de las peluquerías. En un nuevo recorte de libertades, el grupo ha decretado que el 25 de julio es la fecha límite para la extinción de los salones de belleza del país, que una vez pasado este plazo serán ilegales.

Esta nueva norma responde, como las anteriores, a la interpretación literal del Corán y la aplicación escrupulosa de la sharía, la ley islámica.

El régimen del terror

El Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, hizo llegar una carta a todos los municipios para comunicarles la decisión de cancelar la licencia de los salones de belleza. El capricho del implacable líder, el mulá Mawlawi Haibatullah Akhundzada, dejará a muchas familias en la calle, sin posibilidad de obtener ingresos, especialmente a las viudas.

La ONU ya ha advertido que la situación este 2023 ha empeorado, situándose el 90% de la población en el umbral de pobreza. El régimen ha sofocado libertades tan fundamentales como el derecho a la educación –las niñas deben abandonar la escuela a una edad muy temprana y no pueden asistir a la universidad– y también han recuperado los castigos físicos, lapidaciones públicas y todo tipo de vejaciones.

Un grupo de mujeres hace cola para recibir comida en AfganistánAFP

Las mujeres se ve tan perjudicadas en su vida diaria que las ellas apenas pueden realizar ninguna acción fuera de sus casas: no pueden coger un taxi solas, no pueden salir a la calle sin ser acompañadas por un hombre, no pueden entrar en los parques de Kabul, y no pueden trabajar para las ONG. Todo ello lo ha prohibido expresamente los talibanes y desobedecer al régimen tiene un alto coste.

Casi dos años de opresión

Tras la precipitada salida de Estados Unidos, la población afgana ha quedado abandonada a su suerte y ya son casi dos años desde que los fundamentalistas se instalaron en Kabul. Los talibanes tomaron el control en agosto de 2021, sumiendo al país en la más absoluta precariedad, sembrando el miedo y borrando a las mujeres de prácticamente todos los espacios públicos.

Personal de seguridad de los talibanes en KabulAFP

La catástrofe continúa y parece no tener fin. En un primer momento la actitud que se tomó fue la de endurecer las sanciones y aislar al país. El ahogamiento económico podía derivar en toda clase de males, desde hambrunas hasta migraciones masivas. Sin embargo, después de un tiempo, los americanos rectificaron y se decidieron a mandar aviones cargados de ayuda humanitaria, paliando en cierta medida la situación de extrema vulnerabilidad en la que se encuentra la mayoría de la población.

Algunos analistas y políticos de Occidente creen que la solución pasa por el intervencionismo, pero todavía no están claros los pasos que se deben dar. Lo que está claro es que los afganos no pueden esperar más.