Bachar al Asad visita China en busca de fondos para reconstruir su país tras 12 años de guerra
Pekín forma parte de los aliados del presidente sirio y regularmente se ha abstenido en la votación de resoluciones contra Damasco en el Consejo de Seguridad de la ONU
El presidente de Siria, Bachar al Asad, inició este jueves una visita oficial a China en la que buscará apoyo financiero para la reconstrucción de su país asolado por la guerra.
China es uno de los pocos países fuera de Oriente Medio que Asad visita desde el inicio en 2011 de una guerra civil que ha matado a más de medio millón de personas, desplazado a millones más y dañado las infraestructuras y la industria de Siria.
Asad aterrizó en el aeropuerto de Hangzhou (este), donde asistirá el sábado a la ceremonia de inauguración de los Juegos Asiáticos.
El avión de Air China en el que viajaba fue recibido en la pista con música y artistas ataviados con coloridos trajes, mientras las banderas china y siria ondeaban en el cielo, según imágenes de la cadena estatal CCTV.
El mandatario sirio y otros líderes extranjeros se reunirán con el presidente Xi Jinping en Hangzhou, según CCTV. La presidencia siria ha confirmado que Asad también viajará a Pekín.
El Ministerio de Relaciones Exteriores chino afirmó que la visita servirá para llevar los lazos entre ambos países a un «nuevo nivel». China y Siria tiene una amistad «profunda», declaró Mao Ning, portavoz de la cancillería, en un encuentro con la prensa, apunta Afp.
«Creemos que la visita del presidente Bachar al Asad profundizará aún más la confianza política mutua y la cooperación en diversos ámbitos entre ambos países», añadió.
China forma parte de los aliados del presidente Asad y regularmente se ha abstenido en la votación de resoluciones contra Damasco en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Sin embargo, la última visita de Asad al gigante asiático se remonta a 2004. Fue la primera de un dirigente sirio desde el establecimiento de relaciones diplomáticas con Pekín en 1956.
El régimen de Damasco empezó este 2023 un acercamiento con numerosos países árabes después de años de aislamiento por la guerra civil que estalló en el país en 2011.
Esta normalización de las relaciones quedó refrendada en mayo con el regreso de Damasco al seno de la Liga Árabe y la participación del presidente sirio en una cumbre en Arabia Saudí.
China juega un papel cada vez más preponderante en Oriente Medio, como quedó patente con su mediación en el acercamiento diplomático a principios de año entre Irán y Arabia Saudí, históricos rivales.
También, en medio de un incremento de la rivalidad con Estados Unidos, Pekín intensifica sus relaciones con las capitales a las que Washington intenta aislar.
Por Pekín han desfilado este año los presidentes bielorruso Alexander Lukashenko, iraní Ebrahim Raisi y venezolano Nicolás Maduro, que realizó una gira por China la semana pasada.
Varios altos cargos de Rusia han sido recibidos en el gigante asiático, que espera el próximo mes a su presidente Vladimir Putin.
Y una delegación del gobierno talibán de Afganistán se encuentra actualmente en China.