¿Podría regresar Reino Unido a la UE? Una corriente británica trata de deshacer el Brexit
El movimiento National Rejoin March argumenta que Reino Unido resolvería gran parte de sus problemas regresando a la Unión Europea
El pasado fin de semana, miles de británicos se reunieron en Londres para protestar en contra del Brexit. La zona entre Hyde Park y Westminster se llenó de banderas azules y estrelladas, y de manifestantes que marcharon al grito de «rejoin», pidiendo el reingreso en la Unión Europea.
¿Podría el Reino Unido volver a formar parte del bloque? Las manifestaciones, organizadas por la campaña National Rejoin March, contaron con apenas 5000 participantes, pero todo indica que el instinto anti-Brexit es mucho mayor.
Las últimas encuestas de la agencia YouGov indican que un 46 % de los británicos querría celebrar un nuevo referéndum en los próximos diez años y que casi dos de cada tres consideran el Brexit un absoluto fracaso.
Solo un 9 % de la población está satisfecha con los resultados de su decisión, aprobada en 2016, y ultimada por el ex primer ministro Boris Johnson en 2020. Desde entonces, Reino Unido sufre una mala racha, con una crisis del coste de la vida que impide a los británicos costearse la cesta de la compra, y una serie de huelgas (entre ellas, la histórica del sector sanitario) que paralizan el país.
«Nuestra realidad económica actual se debe en gran parte al Brexit. Todos lo sabemos, y cada vez más gente lo admite», afirma a El Debate Peter Corr, líder del movimiento National Rejoin March y organizador de las manifestaciones.
«Según nuestras cifras, un 60 % del país querría volver a la UE y más del 80 % de los jóvenes de menos de 25 años lo desea. No pudieron votar en 2016, y sienten que les han robado su futuro», explica Corr, señalando el impacto del Brexit en los jóvenes, que han perdido «la libertad de viajar, trabajar e, incluso, de enamorarse en Europa».
¿Deshacer el Brexit?
El primer paso sería solicitar nuevamente la adhesión a través del Artículo 49 del Tratado de la Unión Europea (TEU). Este artículo es la vía oficial para que cualquier país europeo aspire a ser miembro de la EU. Desde el Brexit, el Reino Unido se considera un «tercer país», por lo que debería comenzar desde cero, como cualquier otro solicitante.
Antes de siquiera aplicar, el Reino Unido tendría que asegurarse de adherirse a los valores fundamentales de la EU, que incluyen la dignidad humana, la democracia, la igualdad, el estado de derecho y la libertad. Adicionalmente, debería cumplir con los Criterios de Copenhague, que demuestran que tiene una economía de mercado estable y funcionante, la capacidad de enfrentarse a la competencia y fuerzas del mercado de la EU, y garantizar estabilidad política, democracia, estado de derecho, derechos humanos y protección de minorías.
Antes de las negociaciones, sería esencial obtener el respaldo de organismos como la Comisión Europea y el Consejo Europeo. Estos avalarían o rechazarían el inicio de las conversaciones, y probablemente necesitarían garantías adicionales: «Me imagino que Bruselas querría ver un referéndum con más del 52 % de apoyo para un reingreso. Yo creo que ese caso podría darse hoy mismo y además pienso que la cifra no dejará de crecer. Imagino también que, si volvemos, tendría que ser del todo, sin miedo a la moneda europea y sin mandar a personas como Nigel Farage al parlamento. Tendríamos que demostrar que lo queremos de verdad», explicó Corr.
Históricamente, estos diálogos han llegado a durar unos nueve años para países como Chipre o Estonia. Sin embargo, debido a la reciente membresía del Reino Unido y su familiaridad con las regulaciones de la EU, este proceso podría ser más breve, quizás de unos tres años, similar a Suecia o Finlandia.
Por supuesto, el paisaje político y económico en la EU ha cambiado desde el Brexit. Ciudades como Frankfurt y París han tomado protagonismo en el sector financiero, un espacio que antes dominaba Londres. Esto significaría que el Reino Unido quizás no pueda recuperar su posición previa en ciertas áreas.
Beneficios de volver
El Brexit minó la libertad de movimiento de todos los jóvenes europeos, pero sobre todo aisló a los suyos. Aunque las universidades británicas siempre han atraído a estudiantes internacionales, las cifras han decaído en los últimos años a medida que subían los precios.
«La clase trabajadora, los pobres y las empresas pequeñas y medianas son quienes más han sufrido el impacto del Brexit. Volver a la Unión Europea resolvería todos sus problemas: subvenciones para arreglar la bajada del 4% de nuestra economía y enfrentar la inflación, menos dificultades fronterizas para organizar viajes escolares, una voz en los diálogos de acuerdos de los que formaríamos parte, como Horizon y Copernicus, pactos migratorios…» explicó Corr.
Los ciudadanos salen a las calles y expresan sus quejas, pero no están solos: el gobierno británico también intenta acercarse a la Unión Europea.
Dio un paso hacia un futuro en común con el acuerdo de Horizon y Copernicus, tras el cual Londres volvió a sumarse al proyecto de exploración espacial europeo y a beneficiarse, de esta manera, de sus recursos, subvenciones, y oportunidades laborales científicas.
Londres y Bruselas también cerraron juntos el Marco de Windsor, que resolvía los problemas fronterizos entre Irlanda del Norte y la Unión Europea. El próximo punto en la agenda es un acuerdo entre el gobierno de Rishi Sunak y la agencia de seguridad fronteriza europea Frontex. Estas iniciativas, lejos de minar la reputación de Reino Unido, podrían mejorar su imagen global.
«Lo que hirió nuestra reputación fue abandonar la UE. El mundo se ríe de nosotros. Volver demostraría que hemos vuelto a nuestros cabales, que podemos admitir que nos equivocamos. Y también mejoraría la reputación de la Unión, demostraría que es una opción muy atractiva incluso para los ‘antis’», argumentó Corr.