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Isaac Benzaquén presidente de la Federación de Comunidades Judías de EspañaFCJE

Presidente de la Federación de Comunidades Judías en España

Isaac Benzaquén: «El repunte de ataques antisemitas en España no lo habíamos vivido en muchísimos años»

Las comunidades judías han alzado su voz contra los mensajes de algunos ministros del Gobierno desde el estallido de la guerra entre Israel y Hamás

El presidente de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), Isaac Benzaquén, asegura en una entrevista en exclusiva con El Debate, que el judaísmo español está viviendo con «muchísima preocupación» los actos antisemitas que han aflorado a raíz de la guerra que Israel libra contra Hamás en Gaza.

«Lo que está ocurriendo en los últimos días no lo habíamos vivido en la historia de nuestro país durante muchísimos años», asegura Benzaquén.

Las comunidades judías han alzado su voz contra los mensajes que se han sucedido por parte de algunos ministros del Gobierno de España desde el estallido de la guerra entre Israel y la organización terrorista.

Consideraron las declaraciones que afirman que Israel está cometiendo crímenes de guerra de las ministras Yolanda Díaz e Ione Belarra, antisemitas y pidieron soluciones ante la «eclosión y emergencia» del fenómeno en España.

Esta es la entrevista del presidente de la FCJE, organismo que aglutina al menos a 14 comunidades judías y más de una treintena de sinagogas en todo el territorio español:

–¿Nos puede hacer una valoración sobre cuál es el estado de antisemitismo en España?

–Le diría que nuestro país no es un país antisemita. Pero sí que hay prejuicios y estereotipos bastante arraigados y, lamentablemente, este arraigo en momentos tan puntuales y difíciles como los que estamos viviendo ahora de conflicto en Israel, suelen despertarse y activar expresiones antisemitas.

–¿Cómo están viviendo las comunidades judías españolas el repunte de ataques antisemitas tras el 7 de octubre?

–Con muchísima preocupación. Lo que está ocurriendo en estos últimos días no lo habíamos vivido en la historia de nuestro país durante muchísimos años.

El hecho de que un grupo de personas intentasen entrar en la sinagoga de Melilla cuando estaban rezando es algo que jamás, jamás, había ocurrido y que jamás pudiera pensarse que pudiese ocurrir. Melilla es un ejemplo de convivencia de las religiones durante muchísimos años, prácticamente desde el nacimiento de la ciudad.

Pero eso, lamentablemente, no ha terminado ahí. En Barcelona entraron en un hotel lanzando proclamas antisemitas, anti-israelíes por el hecho de que el hotel es propiedad de un ciudadano israelí. Ha habido pintadas en una sinagoga de Madrid, casas de judíos se han señalado con una estrella de David indicando, 'aquí vive un judío'.

También ha ocurrido en coches. Y me acaban de comunicar que en Ceuta en un almacén de una persona también judía apareció una pintada que dice, 'judíos fuera, asesinos y Palestina libre'.

Indudablemente estamos muy atentos a los acontecimientos tal como se vayan produciendo.

–¿Qué le trasladó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el encuentro que mantuvieron la semana pasada?

–Fue una reunión muy cordial y positiva. Un encuentro dentro de las relaciones fluidas y constantes que tenemos con las distintas instituciones de nuestro país.

Él tuvo la delicadeza de comentar los esfuerzos que personalmente estaba realizando el domingo anterior (a la reunión mantenida) con el primer ministro (israelí, Benjamín) Netanyahu, con quien tuvo una conversación muy importante. El día anterior, en El Cairo, tuvo otro encuentro con el presidente de la Autoridad Palestina (Mahmud Abbás) para alentar un proceso de paz».

Mostró una vez más su posición con respecto al conflicto. Una posición nítida y tajante: Que lo ocurrido en los kibutzim (plural en hebreo de kibutz -cooperativa agrícola-) eran actos terroristas; que Israel estaba legitimada para defenderse dentro de los límites que marca la ley internacional, como no puede ser de otra forma; y que exigía la inmediata liberación de los rehenes.

Luego estuvimos hablando un buen rato de la situación en la que se encontraban las comunidades. El esfuerzo eficaz que ha hecho el Gobierno y principalmente el Ministerio del Interior en cuanto al refuerzo en todas las instituciones de nuestro país, a todas las sinagogas y colegios que, de alguna forma, han hecho que los fieles y los alumnos se sientan tranquilos y más protegidos cuando acuden.

Hablamos de posibles soluciones a lo que estaba ocurriendo y ese deseo de que hubiese pronto una paz duradera en la zona.

–¿Qué medidas se han adoptado para garantizar la seguridad de las comunidades y centros judíos en España?

–En la sinagoga tenemos presencia estática de coches de Policía, en los colegios la vigilancia es 24 horas y en las instituciones exactamente igual. Hay un contacto directo y diario con los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, que están demostrando un apoyo enorme. Hemos mandado un escrito al Ministerio del Interior agradeciéndole todo el esfuerzo que están haciendo, inmejorable.

–¿Están recomendando a las comunidades adoptar alguna actitud en particular tras los atentados del 7 de octubre?

–La vida judía no se ha paralizado. Las sinagogas, colegios e instituciones siguen abiertas. Llevamos una vida normal, pero sí que en determinados momentos, por ejemplo en el caso de Melilla, que coincide con una manifestación intentamos tomar precauciones.

En las sinagogas intentamos que la salidas sean lo más rápidas posibles, que no se aglomere la gente, que estén muy pendientes de lo que ocurre a su alrededor. En determinados momentos algunos gestos como tener puesta la kipá (el solideo que cubre la cabeza característico del judaísmo) y pueda llevar a cualquier tipo de acto violento, por supuesto, aconsejamos quitársela. Es decir, la prudencia, dentro de la tranquilidad de que la vida judía sigue con normalidad.

–¿Cómo viven el día a día las distintas comunidades judías en España?

–Estamos en estos momentos muy en contacto con todos los presidentes de comunidades (judías). Las conversaciones son muy continuadas y son muy conscientes de cuáles son sus responsabilidades, que están realizando de una forma impecable y están muy pendientes de todos sus miembros.

Tenemos el apoyo de las fuerzas de seguridad del Estado y, en este sentido, llamamos a la precaución, pero a la vez seguir trabajando y aportando valor a la sociedad española.