Oficiales de policía patrullan los alrededores del estadio de fútbol en Bruselas después del atentado terrorista
Seguridad
Bélgica sufre una grave escasez de agentes de policía y ni siquiera hay suficientes alumnos en la academia
Solo un tercio del total se concentran en la capital, Bruselas, en donde las fuerzas del orden tienen serios problemas para frenar el crimen creciente
Bélgica es el país que acoge el mayor número de instituciones europeas y al mismo tiempo es uno de los que más problemas tienen en cuanto a seguridad se refiere por la falta de efectivos de policía, de los cuales cerca de un tercio del total se concentra en Bruselas.
En la capital faltan 810 plazas por ocupar de un total de 6.368. Las cifras han salido a la luz después de que el diputado Koen Metsu de Nueva Alianza Flamenca las solicitara en el parlamento a la ministra de Interior Annelies Verlinden de los Cristianodemócratas. El atentado del mes pasado ha removido los cimientos del país tras recordar el último ataque de 2016 con más de 30 muertos.
La escasez de personal es un problema al que, en teoría, se está haciendo frente desde hace años. A pesar de los esfuerzos de Verlinden, la situación no ha mejorado. ¿Por qué? Lo consideran una falta de motivación.
En 2021, la falta de agentes se estimaba en cerca de 2.000 por todo el territorio nacional. Ahora esa cifra es de 2.566. Algo falla.
Todas las zonas policiales de Bruselas están bajo mínimos. En el sur (Andlerlecht, Saint-Gilles, Forest) hay un déficit de 229 agentes de policía sobre un total de 1.035 agentes. Es decir, de un 22 %.
En la zona Bruselas-Capital (Ixelles), un déficit del 13 %; en Bruselas-Oeste (Molenbeek, Jette, Berchem-Sainte-Agathe, Ganshoren, Koekelberg), del 11 %; Bruselas Norte, del 9 %; Montgomery (Etterbeek, Woluwe-Saint-Lambert y Woluwe-Saint-Pierre) del 8 % y Marlow (Uccle, Watermael-Boitsfort, Auderghem) del 6 %.
De todas las zonas la que más preocupa es la zona sur porque es donde se sitúa la tristemente famosa estación de Midi, principal nexo de conexión internacional por tren y una de las zonas en donde el crimen más preocupa a las autoridades.
La falta no es solo de agentes
La escasez no solo afecta a los agentes de policía, sino también al personal civil que trabaja y presta servicios. Según el jefe de policía Michel Deraemaker, hay zonas en donde la falta de este tipo de trabajadores roza el 50 %.
Para atraer a nuevos candidatos, las autoridades locales intentan convencer jugando la carta de la experiencia. Es decir, las zonas son tan complicadas que «un nuevo agente aprendería en apenas dos años lo que en otros lugares le llevaría cinco», asegura Gert Claus, portavoz de la zona policial sur.
La ecuación efectivos-efectividad es imposible de cuadrar con los números actuales. Según la ministra Verlinden, habría que añadir 1.600 policías anualmente para compensar la escasez y, aun así, tampoco valdría porque algunos se jubilan. Y lo que es peor, en todo el país no salen 1.600 nuevos agentes cada año.
Según el Comité permanente de la Policía Local, «solo» 815 agentes están matriculados en la academia de policía este año. Los números distan mucho de ser suficientes para compensar la falta de activos.
