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Médicos en Gaza

«Pronto estaremos en casa pero nuestra mente está en la jaula inhumana en la que se ha convertido Gaza»

Raúl Incertis, anestesista de Médicos Sin Fronteras, narra el horror que ha vivido en la Franja de Gaza a la espera de un avión que lo vuelva a traer a España

«está todo preparado en El Cairo para ir a buscar a los españoles», aseguraba Margarita Robles este jueves durante una visita a la Base Aérea de Torrejón de Ardoz. Allí en El Cairo, se encuentran más de un centenar de españoles que esperan pacientemente para poder volver a casa. Entre ellos está Raúl Incertis, médico anestesista e integrante de Médicos Sin Fronteras (MSF).

Este viernes, Raúl, ha enviado un mensaje en vídeo a través de MSF para confirmar que él y sus compañeros se encuentran bien, descansando en un lugar seguro y que pronto podrán volver. Una vuelta a España que se produce tras días de «frustración e impotencia» por lo vivido, ha confesado, y que dejan «una sensación de escándalo apabullante» por lo que han presenciado en Gaza.

«Así como nuestros cuerpos están aquí y pronto estarán en casa, nuestros corazones, nuestras mentes y nuestra alma se han quedado con nuestros compañeros y compañeras, con los palestinos, en esa jaula inhumana en la que se ha convertido la Franja de Gaza», ha lamentado Raúl. Con estas palabras Raúl ha recordado a los 300 gazatíes que, desde la ONG destacan que «además de integrantes de la organización son civiles palestinos igual de expuestos a las bombas que los demás».

Las historias que relata Raúl son estremecedoras. No solo habla de gazatíes desconocidos sino también de amigos y compañeros: «Mohamed, compañero nuestro, perdió a su hijo de tres años. Lo tuvo que recoger de los escombros el otro día. Tarek perdió en un único bombardeo a 23 miembros de su familia hace ocho días. Ibrahim ayer perdió a su hermano», relata Raúl. Las tragedias humanas son incontables, y en muchas ocasiones, se trata de gente inocente e incluso, voluntarios que acudieron a ofrecer una ayuda desinteresada.

Las condiciones en los hospitales no son mucho mejores que en las calles de la Franja. Muchos de ellos se encuentran inoperativos, afirma este médico. «No quedan fármacos para sedar, no queda material quirúrgico para poder operar, ni se pueden hacer operaciones en condiciones de esterilidad», cuenta Raúl. A pesar de estás circunstancias, Médicos Sin Fronteras continúa trabajando sin descanso.

Raúl hace un llamamiento desesperado, mientras espera su regreso a España: «Por favor, dejen a los palestinos salir de Gaza, de ese cuello de botella horrible, de esa ratonera en la que los han metido y en la que están muriendo». Parte del equipo de MSF se ha visto obligado a evacuar la Franja de Gaza, pero más miembros de la organización humanitaria aguardan para acceder portando material médico, con el que esperan continuar salvando vidas, poniendo en riesgo las suyas propias.