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Conferencia por Gaza promovida por Emmanuel Macron en ParísAFP

Macron trata de tomar la iniciativa en Gaza y forzar a Israel a un alto el fuego

La agencia de la ONU para los refugiados palestinos denuncia que Israel está sometiendo a los palestinos a un castigo colectivo

A pesar de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ya advirtió que no habrá alto el fuego en Gaza hasta que el grupo terrorista Hamás libere a todos los 240 rehenes secuestrados el 7 de octubre, el presidente francés, Emmanuel Macron, trata de asumir un papel protagonista en la búsqueda de una pausa humanitaria en los combates.

El presidente francés organizó este miércoles en París una conferencia humanitaria con el objetivo de forzar un alto el fuego y pactar una importante ayuda humanitaria para la población civil palestina de la franja.

En la inauguración de la conferencia, Macron afirmó que «debemos trabajar para proteger a los civiles, esa es la prioridad inmediata. Para conseguirlo, hace falta una pausa humanitaria que se produzca lo antes posible. Tenemos que trabajar para conseguir un alto el fuego».

Macron aseguró que «proteger a los civiles no es negociable, es algo indispensable, una necesidad inmediata».

También reconoció «el derecho de Israel a defenderse y a proteger a los suyos», aunque advirtió a las autoridades israelíes que «la lucha contra el terrorismo nunca puede realizarse sin reglas».

Durante la conferencia intervino también el comisario general de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, quien se mostró muy crítico con la guerra de Israel contra Hamás.

Lazzarini exigió el fin de las operaciones israelíes en la franja de Gaza y afirmó que Israel ha sometido a una situación «indigna» a los niños palestinos.

También definió la situación en Gaza como «una crisis de la humanidad, de nuestros valores y del derecho internacional».

El responsable de UNRWA tampoco cuestionó las cifras ofrecidas por Hamás, según las cuales han fallecido como consecuencia del asedio israelí 10.000 personas, entre ellas, 4.000 niños.

En ese sentido, Israel ha denunciado en numerosas ocasiones que la ONU, y en particular UNRWA, se ha convertido en un peón en manos de Hamás, y denunció que los funcionarios de UNRWA han consentido que el grupo terrorista construye túneles y búnkeres debajo de las instalaciones de la agencia de la ONU en Gaza.